Según anunció ayer Efe, Predappio, el pueblo de unos 6.000 habitantes donde nació Benito Mussolini en 1883, quiere hacerse notorio por algo más presentable que eso, y se propone revisar el pasado fascista mediante la creación, con financiación pública, de un centro de interpretación de ese oscuro período histórico.

El portavoz de la Secretaría de Estado de la Presidencia de Italia, Antonio Funiciello, indicó que el espacio que se prevé crear estará destinado a recoger toda clase de documentación vinculada con la ideología fascista y el movimiento que la expresó, dado que en la actualidad ese material se encuentra disperso, y que el período cubierto irá desde la Primera Guerra Mundial hasta los albores de la Primera República italiana, en 1948. “Haremos un centro de estudios sobre el fascismo, pero no se puede limitar a eso. Considero que debe ser un lugar donde las personas acudan a reflexionar y a tratar de comprender qué ha sido el fascismo. Por lo tanto, nada de celebración”, dijo, más encaminado, el alcalde de Predappio, Giorgio Frassineti (que, dicho sea de paso, fue acusado el año pasado de peccata minuta en materia de corrupción, por usar el automóvil Fiat de la alcaldía para desplazamientos ajenos a su tarea de gobierno). Frassineti quiere crear un centro que tenga como referencia el que se inauguró el año pasado en Múnich (NS-Dokumentationszentrum), dedicado al nazismo.

Para la alcaldía, la nueva institución saldaría una deuda pendiente de Italia, al establecer un espacio en el que se reflexione sobre la historia del fascismo de manera integral, en vez de abordarla fragmentariamente desde distintas instituciones y museos.

Sin dudas, será un vuelco. Hasta ahora, son los nostálgicos los que suelen acudir a Predappio “para manifestarse por sus calles, ataviados con camisas negras, emulando a las milicias voluntarias del dictador fascista”, según Efe.