El Sindicato Único Gastronómico y Hotelero del Uruguay (SUGHU) se movilizó nuevamente el domingo, en el hotel Horacio Quiroga, en rechazo al proceso de negociación colectiva en los Consejos de Salarios, que se encuentra “estancado desde hace siete meses”. A pesar de la presencia de la Prefectura Nacional Naval y de la actuación de oficio de un juez de paz, el secretario departamental de Maldonado de la gremial, Óscar Andino, dijo a a diaria que la manifestación se realizó de manera “pacífica” y que consideraron que “los objetivos fueron cumplidos”.

El sindicato se moviliza desde hace siete meses, simultáneamente en un campamento en Gorlero y en el hotel Conrad, en Punta del Este, en el hotel Genovés de Piriápolis y en el hotel Horacio Quiroga de Salto. Los trabajadores ya habían previsto que para los feriados de Carnaval, este último sería foco de una movilización en su parque acuático a lo largo de todo el día. La intención, según Andino, era “hacer conocer a los turistas el conflicto” y “reclamar por lo que venimos luchando”, fundamentalmente por un salario digno, en un sector donde el mínimo es de 11.420 pesos nominales, y el máximo de 14.118.

Previendo la manifestación, la Asociación de Hoteles y Restoranes del Uruguay solicitó al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social una convocatoria urgente que se fijó para el viernes, pero los trabajadores no concurrieron, porque “no se había convocado para continuar la discusión del Consejo de Salarios sino para frenar nuestra movilización” explicó Andino.

Por su parte, la ministra de Turismo, Liliam Kechichián, manifestó a la secretaría de prensa de Presidencia su “enorme preocupación” por la ausencia de los trabajadores en la mesa de diálogo, y consideró “muy extrema” la medida de impedir el ingreso de los turistas a las instalaciones del hotel y del parque acuático, que además “afecta al Uruguay turístico”. El dirigente se defendió diciendo que no se trataba de “estropearles las vacaciones” a los que llegaban y que “los que querían entrar, entraban”, porque era “sólo una cadena humana”.

El día de la movilización, los trabajadores llegaron a las 8.00 a las instalaciones del hotel, donde también se hicieron presentes alrededor de 20 funcionarios de la Prefectura Nacional Naval y un juez de paz que actuó de oficio. Seis horas después, sobre las 14.00, Andino sostuvo que una gerenta del parque acuático se instaló frente a las pancartas que los trabajadores sujetaban y procedió a hacer entrar forzosamente a los visitantes. Según dijo el presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios a El Espectador, el cruce devino en “agresiones verbales y físicas”, mientras que Andino afirmó que “sólo salió algún entredicho de palabras, sin consecuencias mayores” y que si hubiera habido episodios violentos los funcionarios de la Prefectura habrían actuado en consecuencia, algo que “no sucedió”.

Andino consideró pertinente remontarse al inicio de la discusión, para entender las razones del conflicto: “Ya desde el principio se descartó un aumento de salarios para los trabajadores, porque se aseguraba que la temporada iba a ser nefasta. Pero lo que se ve ahora, siete meses después, es que los números son buenos, entonces si se te cayó el discurso, lo que pedimos es que lo reconozcas y que volvamos a negociar”, explicó, dirigiéndose a la patronal. El sindicato pretende que el Poder Ejecutivo laude, y mientras tanto va a seguir con las movilizaciones.