El acuerdo fue firmado el 5 y 6 de julio del año pasado, cuanto el presidente venezolano visitó Uruguay y junto a Vázquez acordaron la cancelación de la deuda entre ANCAP y Petróleos de Venezuela (PDVSA) y, en contrapartida, la exportación de productos lácteos uruguayos al país caribeño mediante un fideicomiso. El convenio definía que Venezuela debía pagar 50 millones de dólares por mes y los primeros llegaron el 9 de noviembre, pero a partir de diciembre se interrumpió el pago, generando hasta hoy una deuda por un monto de 93 millones de dólares.

“Ya saqué cuentas, hablé con la gente y serían 10 o 12 millones de dólares que habría que poner por mes. Luego el gobierno podría amortizar ese dinero”, había explicado el ex presidente, ahora senador, José Mujica, cuando transmitió, una semana atrás, su idea de que el gobierno se “hiciera cargo” de la deuda que mantiene Venezuela para evitar “liquidar” al sector. Sin embargo, su propuesta fue desestimado entonces por el asesor del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) Martín Vallcorba, quien sostuvo en su cuenta de Twitter que “los tamberos sabían el riesgo que asumían cuando decidieron venderle a Venezuela” y, por lo tanto, “no corresponde que el Estado ahora se haga cargo”.

Una semana después, el tema llegó al Consejo de Ministros. Ayer, a impulso del propio Vázquez, se abordó la problemática del sector lechero y se concluyó que “en las próximas 48 horas” se definirá “un paliativo” para este sector “tan importante para la actividad nacional”. Si bien ni Aguerre ni autoridades del MEF consultadas quisieron adelantar cuál sería el mecanismo, el ministro de Ganadería sostuvo que “las medidas pretenden de alguna forma recomponer el flujo de ingresos que se habría generado si Venezuela hubiera cumplido con su cronograma de 50 millones de dólares por mes”. “No quiero entrar en detalles, porque falta mucho trabajo por realizar”, agregó.

En caída

Integrado por 3.800 productores, 14.000 trabajadores en el sector rural y 5.000 en el industrial, el sector lácteo emplea a unas 50.000 personas si se contabiliza el trabajo directo e indirecto. Entre leche en polvo y quesos, Venezuela le debe al sector local 27 millones de dólares (de una deuda anterior) y 66 millones de lo vendido en base al acuerdo entre presidentes que no fue cobrado; en total, 93 millones a Conaprole, Calcar, Pili y Claldy. “Algunas de las cifras corresponden a decisiones tomadas a nivel privado, sin ninguna participación del sector público”, advirtió Aguerre.

La situación del sector es compleja, más allá de la deuda de Venezuela. La mayoría de los productores lecheros del mundo se han visto en problemas porque los precios internacionales cayeron 40% en los últimos dos años. A esto se sumó el déficit hídrico, que determinó la declaración de emergencia agropecuaria en ocho departamentos de Uruguay entre mayo y agosto de 2015.

Esta coyuntura desfavorable determinó un alza en los endeudamientos de un sector que ya estaba comprometido. De acuerdo al anuario 2015 realizado por la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (OPYPA) del MGAP, el stock de deuda del sector con los bancos se incrementó 59% frente al año anterior, lo que representó 7% de la facturación estimada para 2015, cinco puntos porcentuales por encima del registro de 2014.

Para este año, la OPYPA visualiza una “gran incertidumbre” en los precios del sector. Aparentemente, se recuperarían recién a finales de año, por lo que los principales desafíos para la cadena radicarían “en la inserción externa y en la reducción de los costos de producción del modelo productivo en el que se sustenta actualmente”, que puede llevar al “replanteo de aspectos estructurales”.

Ayer Aguerre confirmó que su reciente visita a Rusia “tuvo que ver con la búsqueda de nuevos mercados para los productos lácteos”; de hecho, estimó que “existen posibilidades muy buenas, sobre todo para los quesos semiduros y duros”. Hoy Rusia es nuestro principal comprador de manteca, y si no fuera por una fuerte devaluación que sufrió su moneda, sería el principal demandante de nuestros productos lácteos en general -posición que ocupaba hace cuatro años-.