Se ha confirmado que seis nuevas películas uruguayas se estrenarán en el correr del año, y el Instituto del Cine y Audiovisual del Uruguay (ICAU) afirma que habrá por lo menos cuatro más. Se trata de comedias, un drama, un par de documentales y hasta un posible film de culto en manos de Manuel Facal. Todas enfrentan el fantasma de la taquilla, surgido a raíz de que en 2015 se vendieran 35.000 entradas para ver producciones nacionales, o sea, la mitad que en el año anterior, a pesar de que se estrenó la misma cantidad de películas, lo cual debe ubicarse, además, en un contexto general de aumento de la cantidad de espectadores para el cine.

Después de aquel balde de agua fría, sobre cuyas causas se ha discutido bastante -reeditando viejos debates acerca de la responsabilidad del Estado en materia de apoyo a las realizaciones locales y la disminución en los últimos tiempos de ese respaldo, la competencia con las superproducciones que copan salas, e incluso el tipo de propuestas de los cineastas locales (ver aquí y aquí)-, la decena de estrenos que prevé el ICAU mantendría una presencia nacional en salas comerciales casi igual a la de los últimos seis años en cuanto a cantidad de títulos, ya que el promedio ha sido de 11 películas anuales desde 2009. Lo que no se puede pronosticar es qué destino les espera, desde el punto de vista comercial, a estas producciones uruguayas, y en todo caso es claro que el indicador de la taquilla no será el único a tener en cuenta para evaluar la salud de nuestro cine.

Una de las películas que se estrenarán es Clever, escrita y dirigida por Federico Borgia y Guillermo Medeiros, ambientada en un pueblo ficticio y cuyo resumen, según se ha divulgado, es el siguiente: “Clever, instructor de artes marciales y padre infelizmente divorciado, está obsesionado con pintar unos fuegos especiales en su auto. Para plasmar su deseo deberá viajar a un pueblo remoto donde, aparentemente, reside el artista capaz de hacerlo realidad. Personajes excéntricos y misteriosos lo recibirán para conducirlo a un destino inesperado”. El tráiler anticipa un tono sórdido, o por lo menos misterioso al comienzo, que podría virar hacia lugares insólitos con la promesa de un sentido del humor bastante raro e intrigante.

También llegará a las salas cinematográficas Las toninas van al este, dirigida por Gonzalo Delgado y protagonizada por Verónica Perrotta y Jorge Denevi, que tiene en esta película su segundo papel protagónico para la pantalla grande. Perrotta interpreta a una mujer que acaba de sumar tres embarazos perdidos y que intenta refugiarse con su padre, interpretado por Denevi, y reconstruir la relación con él. El problema es que para que esa relación funcione deciden recurrir a algunas mentiras y a partir de ahí armar un vínculo. Detrás de cámaras hay algunas figuras conocidas del cine nacional, entre ellas, Delgado y el responsable del montaje, Fernando Epstein, ambos con antecedentes en 25 watts, Whisky y otras.

Por otra parte está El candidato, segunda película dirigida por Daniel Hendler, probablemente el actor uruguayo de mayor proyección internacional actualmente además de César Troncoso. Precisamente Troncoso es uno de los protagonistas de esta historia, junto con Roberto Suárez, su viejo colega en el mundo del teatro. Esta película se iba a llamar originalmente La emboscada, y con ese título se puede buscar un pequeño video de adelanto. La historia trata sobre un infiltrado saboteador en un grupo de creativos que trabaja para un político mediocre, reunido en una quinta para definir los lineamientos de su campaña. Por lo que se puede ver en el anticipo, parece ser una comedia muy apoyada en las actuaciones.

(We are not going to) Fiesta Nibiru será una comedia de ciencia ficción con humor negro. El director es el activo Manuel Facal, realizador de Relocos y repasados, entre muchas otras. Participan cinco actores y ha sido financiada entre la productora Mother Superior (Dios local), una campaña de crowdfunding (suma de donaciones mediante internet) y un aporte grande del programa Montevideo Socio Audiovisual. La acción transcurre por completo en un solo ambiente, el de un departamento, en un Montevideo en el que la marihuana ya se vende en farmacias. Los protagonistas, Peetee (pronunciado “Piti”) y Galaxia, se quedan en su casa un sábado de noche autofilmándose mientras no hacen nada. Ahí suceden algunos hechos extraños, incluyendo luces en el cielo, irrumpen amigos poco confiables y hay “algo que vive en el ropero de Galaxia”. La película ya está en la etapa de posproducción y su estrenó se prevé para los últimos meses del año.

Facal es un “raro” que ha generado una especie de fenómeno de culto a su alrededor. Empezó desde la independencia total como parte del grupo Área 4, y se hizo conocer con el mediometraje de zombis Achuras y con el corto Romeo contra la muzzarella lisérgica asesina (que se puede ver en Youtube). El salto al largometraje lo dio con Relocos y repasados, una película hecha en parte con sus amigos, pero también más profesional en materia de equipos y producción, que vendió casi 17.000 entradas en salas comerciales, una cifra nada despreciable e incluso mayor que la que logran muchas comedias extranjeras. Además, trabajó un tiempo escribiendo películas porno para el canal Divas. Estos antecedentes poco habituales han formado una carrera que despierta interés acerca de lo que pueda hacer con Fiesta Nibiru.

También de la productora Mother Superior es Frondoso edén del corazón, una película escrita y dirigida por Juan Manuel Fodde. Esta producción se inició desde la independencia absoluta hace más de cinco años y demoró en encontrar su camino hacia la viabilidad hasta que recibió un cuantioso premio en el Fantastic Fest de Estados Unidos. Ahora el director y su equipo terminan el proceso de rotoscopía para algunos segmentos alucinógenos de una historia presentada en gran parte en blanco y negro, que promete cruzar el terror, el suspenso y lo onírico. La trama gira en torno a un creativo publicitario que se hace adicto a una sustancia alucinógena generada por un gusano que se alimenta de carne humana. Si bien todavía no hay fecha anunciada de estreno, se sabe que está en la recta final. Mientras tanto, un tráiler disponible en internet da una pista sobre el tono atípico de esta producción.

Este año se estrenarán también varios documentales, sin fecha confirmada. Uno de ellos es Mirando al cielo, de Guzmán García, sobre la relación entre los integrantes de un grupo de teatro comunitario. García fue guionista del documental Maracaná, cuyos directores, Sebastián Bednarik y Andrés Varela, son productores en este caso. Otro que se verá este año apuesta a lo contrario del minimalismo que promete Mirando al cielo: se trata de Forlán (no es necesario explicar acerca de qué jugador de fútbol), de Federico Lemos, director de Gonchi y Jugadores con patente. Lemos es gestor de la productora Medio & Medio y también un realizador que ha tenido últimamente la constancia de estrenar un título al año en salas comerciales y con gran despliegue.

Con más discreción, pero igualmente regular y tenaz, sigue moviéndose Aldo Garay, director de documentales como El casamiento y El hombre nuevo. Siempre con la mirada puesta en lo social, los temas de género y los personajes excluidos pero con historias intensas, prepara dos nuevas películas, ambas sobre dos cantantes y compositores de la música popular uruguaya fallecidos, casualmente, en un lapso de apenas dos semanas. Una de ellas se llama Guitarra blanca, trata sobre Alfredo Zitarrosa (1936-1989) y se apoya en material hasta ahora inédito, filmado originalmente en VHS. La otra llevará como título Un tal Eduardo, y se refiere a Eduardo Franco (1945-1989), del grupo Los Iracundos. Ambas están en proceso.

Casi todas las películas mencionadas fueron filmadas el año pasado, al mismo tiempo que otras cuyo estreno en 2016 no es todavía seguro, como Migas de pan, de Manane Rodríguez, sobre presas políticas en la dictadura y protagonizada por Cecilia Roth; Otra historia del mundo, adaptación de una novela de Mario Delgado Aparaín dirigida por Guillermo Casanova (realizador de El viaje hacia el mar); La noche que no se repite, dirigida por Manuel Berriel sobre la novela homónima de Pedro Peña, y Neptunia, una comedia absurda del equipo que hace el programa Finoli finoli, con la participación del argentino Alfredo Casero.