La Intendencia de Montevideo (IM) anunció ayer un aumento de dos pesos en la mayoría de los precios del boleto urbano a partir de las 0.00 del sábado 5 de marzo. El común y el de una hora pasarán de costar 26 a 28 pesos; el de dos horas, de 42 a 44; y el céntrico, de 19 a 20. Otros números: el de jubilados categoría A se queda en 8 pesos; el B sube de 13 a 14, igual que el de estudiantes categoría A; y el de estudiantes categoría B aumentó de 18,20 a 19,60 pesos.

El aumento de salarios del sector del transporte, la inflación acumulada entre setiembre y marzo, y la suba del valor del dólar -en mucho mayor medida que el resto de las causas- fueron elementos determinantes para la nueva suba (ya se había registrado otra en setiembre), junto con una baja en la venta de boletos: en 2015 se vendió un total de 285.828.717, 7.942.750 menos que en 2014. El descenso, explicó a la diaria Máximo Oleaurre, director de Transporte de la IM, comenzó en agosto, por lo que se teoriza que el conflicto de la educación haya sido un desencadenante. El que sí se vendió más es el boleto de una hora: de 44% de las ventas totales en 2014 pasó a 46% el año pasado.

Ayer la IM también difundió cifras sobre cómo se calcula el precio (ver gráfica). ¿Por qué trasladar los costos a los pasajeros y no a las empresas? “No hay posibilidades técnicas. Las empresas tienen una estructura de costos y los niveles de ganancia son bastante bajos en relación con otras actividades”, dijo Oleaurre. Aumentar los subsidios, según el jerarca, es imposible: los 658.294.016 pesos que aportó el año pasado la IM y los 850.873.440 que puso el Ministerio de Economía y Finanzas son bastante altos, aunque es un elemento que “estuvo presente” antes de tomar la decisión. “Un aumento ulterior implicaría decisiones económicas de peso. Con los 285.000.000 de boletos que se vendieron por año en los últimos 12 meses, un aumento de 2 pesos implicaría 6.000.000”.