El Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo estaba lleno ayer. Una pantalla gigante repetía el discurso que Wilson Ferreira Aldunate dio en abril de 1984, en la Federación de Box de Buenos Aires, dos meses antes de volver a Montevideo después de su exilio. Los aplausos se sincronizaban con los del audio, como si el hombre estuviera en el estrado. Hubo vítores extra para una frase que Ferreira Aldunate había visto estampada en una bandera en una protesta en Panamá: “De que se van, se van”.

Se cumplían 28 años de la muerte del líder blanco, en un año en que el Partido Nacional (PN) celebra sus 180 años de historia. El primer orador fue el senador Jorge Larrañaga (Alianza Nacional), que abrió con la cita de Bertolt Brecht sobre “los imprescindibles” para definir a Wilson. “Mereciendo más que nadie ser presidente de todos los uruguayos, no pudo serlo”, siguió Larrañaga, revisitando la teoría de la elección “robada” de 1971, y señaló que la figura de Wilson unificó tras una fractura de 40 años a un partido que estaba “separado entre caudillos y doctores”.

Dijo que el proyecto wilsonista es “lo más renovador del sistema político uruguayo” y que el líder fallecido en 1988 fue “el último revolucionario”: “Algunos dicen que hay que primar lo político por sobre lo jurídico, o que por criticar una mayoría parlamentaria estamos criticando a las instituciones. Nosotros decimos ¡no!”. Así comenzaron críticas a los tres gobiernos del Frente Amplio, que pasaron por la educación, las políticas sociales y un rumbo económico “de espaldas al campo”.

Luego habló el senador Luis Lacalle Pou (líder del sector Todos hacia Adelante), que recordó que tanto Wilson como Luis Alberto de Herrera fueron “fiscales de la nación”: “Quiero congratular a los diputados y senadores que están investigando e interpelando, siguiendo la vocación de fiscal de Wilson”. “[Julio María] Sanguinetti gana ofreciendo el ‘cambio en paz’. Ahora, en las mayorías sociales el que aseguró el cambio en paz fue Wilson [...] Quienes legítimamente fueron electos gobernantes por tercera vez no están entendiendo lo que gritan y claman esas mayorías sociales”, criticó. Y cerró con una anécdota sobre Ferreira Aldunate que le contó su padre, Luis Alberto Lacalle. Un mes antes de morir, citó a varios referentes del PN como Carlos Julio Pereyra, Alberto Zumarán y Lacalle padre, y les pidió: “Cuando yo no esté, no se peleen”.