El presidente, el vicepresidente y el secretario médico del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), Julio Trostchansky, Alfredo Toledo y Alejandro Cuesta, respectivamente, se reunieron ayer en la residencia de Suárez y Reyes con el presidente de la República, Tabaré Vázquez.

Trostchansky manifestó satisfacción por el compromiso de Vázquez de crear un grupo de trabajo que el mandatario integrará, junto a representantes de los ministerios de Salud Pública y Trabajo y Seguridad Social y del SMU, que consultará a otras organizaciones médicas para que hagan sus planteos “en lo que entienden necesario hacia la construcción de un Sistema Nacional Integrado de Salud de mayor calidad, de mayor eficiencia, de mayor seguridad para el paciente”. Lo fundamental, según Trostchansky, es la posibilidad de abordar el tema de la calidad asistencial.

Los problemas a resolver tienen que ver “con los recursos humanos, con generar posibilidad de medición de resultados, de hacer uso eficiente de los dineros que se utilizan para el sistema sanitario”, dijo Trostchansky. Habló de proyectarse y “establecer los estándares que Uruguay necesita en materia sanitaria, cuál es la infraestructura que necesita para conseguir esos estándares, y los indicadores” que permitan evaluar los resultados. Esto último es parte de la propuesta del SMU de crear una Agencia de Evaluación Sanitaria, externa al Fondo Nacional de Recursos, que estudie la racionalización e incorporación de fármacos, prestaciones, equipamiento y tecnología médica.

La primera reunión del grupo será en abril y el SMU espera “alcanzar resultados en el mediano plazo”. La agenda de trabajo se coordinará con los ministros; los representantes de los médicos mencionaron que estará en el tapete el tema de la “complementación de servicios público-privados, los centros de referencia, la regularización del mercado del trabajo y la reforma del mercado de trabajo en la línea de la mejora de la calidad asistencial”.

En cuanto a la propuesta del SMU de eliminar los tiques de medicamentos, técnicas diagnósticas y terapéuticas, expresaron que “hay acuerdo general” en avanzar en ese sentido y que es otro de los temas que se abordarán. “Está dentro de discusiones respecto de la financiación del sistema”, dijo Trostchansky.

Respecto a la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), Trostchansky comentó que “hay aportes que el SMU puede hacer dentro del grupo de trabajo que tienen que ver con su diseño, organización, necesidad de regionalizar y dar mayor efectividad en el lugar donde se hace la asistencia y no centralizar la gestión a nivel de la capital”. Hizo énfasis en “la necesidad de generar políticas que detengan la migración permanente que hay del sector público al sector privado” y radiquen médicos en el interior del país. Le plantearon a Vázquez la necesidad de que ASSE incorpore más cargos de alta dedicación (CAD) para mejorar las condiciones laborales y salariales de los médicos en el sector público. El presidente del SMU manifestó que el sector privado tiene casi 1.000 CAD, y que “vamos hacia el compromiso de que en ASSE en marzo de 2017 existan 200 CAD”. Esa contratación permite a los médicos concentrar su carga horaria en una institución, en la que realizaría diferentes tipos de atención (policlínica, internación, estudios diagnósticos), logrando un mayor seguimiento de los usuarios. Los CAD se financian con los aportes del Fondo Nacional de Salud (Fonasa), y sólo 480.000 de 1.200.000 usuarios de ASSE están cubiertos por éste. Por ese y otros temas, el SMU propone que ASSE reciba cápitas por todos sus afiliados (que pagarían los usuarios o el gobierno). Propone, también, discutir los aportes patronales, puesto que el de ASSE es “de 21%, 22%, y las mutualistas tienen un aporte de 7%”, planteó Cuesta a la prensa.