El ministro de Defensa Nacional, Eleuterio Fernández Huidobro, escandalizó a muchos al afirmar que la ciudadanía debería estar armada para repeler a ladrones y personas que entren a las casas “a matar a sus hijos”. Estas declaraciones, al igual que las realizadas el año pasado en las que acusaba a los familiares de desaparecidos durante la dictadura de “enfermitos y mentirosos”, fueron duramente condenadas por sectores y dirigentes del Frente Amplio, aunque en ningún caso se llegó a pedir la renuncia del ministro. “Nosotros no le tenemos miedo a Fernández Huidobro. No pedimos su remoción porque eso sería abrir la puerta a una serie de razonamientos que inevitablemente llevarían a concluir que si está ahí es porque Tabaré Vázquez quiere, y a Tabaré sí le tenemos miedo”, reconoció un dirigente de Casa Grande, quien aseguró, de todas maneras, que “una buena parte” de la dirigencia frentista coincide en que Fernández Huidobro “rebasó todos los límites imaginables”. “Hasta acá llegamos. A partir de ahora vamos a ser implacables con él. Cada vez que haga declaraciones de facho, nos vamos a ofender y vamos a lanzar comunicados pataleando como niñitos de cinco años”, agregó.

En el día de ayer, el ministro de Defensa reafirmó sus dichos y aseguró que los dirigentes de la izquierda que lo critican “tienen una candidez patética”. “Cualquiera que haya seguido mi carrera política se da cuenta de que en cualquier momento se me puede ocurrir volver a tomar las armas y convocar a los jóvenes que increíblemente todavía me siguen a formar un grupo guerrillero. Si hago eso, más vale que la ciudadanía esté armada, porque esta vez no pienso andar distinguiendo entre civiles y militares. Lo que nos hundió en los 70 fue la ingenuidad”, dijo. También opinó que si este extremo no se concreta, “seguramente vamos a tener que enfrentar a una potencia mundial que quiera venir a llevarse el agua y el petróleo, o los extraterrestres que están contaminando el río Santa Lucía”.