Laura Motta es integrante del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), y contó a la diaria que cuando su madre estaba estudiando para ser maestra, aprendió sobre las proporciones al realizar las recetas de los cursos de cocina que formaban parte de los cursos de magisterio. Según Motta, además de demostrar que los procesos de enseñanza y aprendizaje nunca se dieron acotados a un pizarrón, sino que también involucran “hechos cotidianos”, la anécdota también ilustra que en esa época, cuando se cursaba magisterio después de culminar la educación básica, “había una comprensión de cuáles eran las tareas y cómo se desarrollaba el currículum en la formación de maestros que hoy sería impensable”.

Ayer, la ANEP presentó sus políticas de género, que forman parte de una de las líneas transversales para el quinquenio, algo que el director de Derechos Humanos del Codicen, Martín Prats, consideró “una conquista” de la red de género de la institución.

Las principales líneas de acción para el quinquenio, definidas en el mensaje presupuestal de la institución, establecen que se buscará la “consolidación” de la dirección de Derechos Humanos como ámbito de referencia para la política en derechos de la ANEP, así como que el Programa de Educación Sexual y la Dirección Sectorial de Planificación Educativa de la institución sean “espacios articuladores” de las políticas. Según destacó Prats, se tratará de generar “logros concretos”.

Por ejemplo, la ANEP implementará un plan nacional de derechos humanos, realizará un diagnóstico para elaborar un plan nacional de igualdad de género y se elaborarán indicadores “con perspectiva de género” para la planificación y el presupuesto de la institución.

Otras de las líneas serán la elaboración de normas y procedimientos que contemplen el enfoque de género, el establecimiento como “único criterio de comunicación” del lenguaje inclusivo, el desarrollo de “modelos de intervención en discriminación y violencia” y la elaboración de materiales de apoyo sobre estas temáticas.

Al centro

El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, se repartirá un texto para que en los centros educativos se trabaje sobre el hecho que motivó la conmemoración: las 100 mujeres que murieron en el incendio de la fábrica en la que trabajaban durante una protesta en 1857. Además, el texto plantea que, si bien en Uruguay “se ha avanzado mucho hacia la equidad de género”, las mujeres siguen “padeciendo” en mayor medida el desempleo, son remuneradas en forma desigual que los varones y son quienes se ocupan principalmente del trabajo doméstico y el cuidado de las personas dependientes sin recibir remuneración. En suma, señala que las mujeres “siguen sufriendo múltiples discriminaciones que se manifiestan en diversos problemas y [éstos] muestran su peor cara en la violencia doméstica”.

Mariella Mazzotti, directora del Instituto Nacional de las Mujeres, destacó el rol “estratégico” de los centros educativos en la “construcción de igualdad” no sólo desde lo académico, sino también desde el desarrollo de habilidades, por ejemplo, de relacionamiento. Señaló que hay que preguntarse qué se transmite con la educación física y que todavía “hay mucho por hacer” sobre la “masculinidad dominante”, que también “encorseta”.

Motta destacó algunas iniciativas que se están desarrollando en la ANEP, como la búsqueda de que se otorguen becas a mujeres con hijos en formación docente y la creación de una sala de lactancia en el Liceo Nº 13 por iniciativa de los profesores, para atender a estudiantes con hijos. También dijo que se investiga para ofrecer la posibilidad a madres y padres de niños que concurren a centros CAIF de realizar sus estudios mientras sus hijos están en dichos centros, sumado a la evaluación de una iniciativa de la Asamblea Técnico Docente de secundaria para que durante los cursos nocturnos haya salas de cuidado de niños para los padres que concurren a centros educativos en ese horario.