El convenio lo firmaron el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, y el presidente del Centro de Propietarios de Automóviles con Taxímetro del Uruguay (CPATU), Óscar Dourado, mientras una delegación de los trabajadores del taxi se manifestaba fuera del edificio del ministerio. El Sindicato Único de Automóviles con Taxímetro y Telefonistas (SUATT) rechaza el acuerdo, porque no fue consultado y porque considera que el botón de pánico no es eficaz, según explicó a la diaria Carlos Silva.

El convenio, no obstante, implica un cambio. Hasta ahora el botón de pánico que tenían los taxis de la patronal era controlado por la gremial, y a partir de los próximos días, cuando comience a aplicarse el acuerdo, la señal de alerta sonará directamente en el Centro de Comando Unificado del 911. La medida se había anunciado en diciembre, y en estos meses los técnicos trabajaron en la compatibilidad del software. Bonomi dijo ayer que el botón de pánico “no alcanza” y que “sin ponerle plazos ni fechas, se necesita un proceso que saque el dinero de la calle, cámaras dentro del taxi que muestren lo que está pasando, un chip de ubicación del vehículo, y estamos dispuestos a conversar en todos los ámbitos, fundamentalmente en la Intendencia [de Montevideo, IM], sobre el retiro de la mampara y el cambio del vehículo, como dice la IM, para ir hacia los ‘taxis del futuro’”. El ministro no profundizó en cómo se implementarían estos cambios: “Existen las trabas. Decir cómo se producen no ayuda a la solución; vamos a ver cómo lo implementamos”. Dourado se limitó a señalar que ese es “el camino”.

Si bien se trabajaba en la implementación del botón de pánico desde hace unos meses, el anuncio llegó días después de la muerte de un taxista que fue baleado mientras trabajaba, mientras que otro permanece en estado grave en el CTI, también tras recibir un disparo. Por esta situación, el SUATT dispuso el trabajo a reglamento desde el sábado: trabajan sólo ocho horas diarias y desde las 0.00 hasta las 6.00 no hay servicio.

Cruzados

Los trabajadores nucleados en el SUATT se quejan de que no fueron consultados por este convenio. Silva explicó que el año pasado se había convocado a un ámbito en el que participaban la patronal, el Ministerio del Interior, el SUATT y la División Transporte de la IM, pero por las elecciones departamentales no podía concurrir nadie de la comuna. “Bonomi quedó en convocarlo después de las elecciones, pero nunca lo hizo”, afirmó Silva. Aparte de ese espacio, el año pasado la Unidad Nacional de Seguridad Vial convocó al SUATT a exponer sobre la mampara, pero ese ámbito no era resolutivo. Bonomi también se refirió a estos desencuentros: “No puede suceder que cada vez que pasa algo como esto creemos el ámbito de trabajo, pero este queda por el camino y vuelve a pasar algo... No puede pasar que el ámbito de trabajo se vuelva un ámbito de confrontación”.

En relación con el convenio firmado, Silva dijo que el botón de pánico “está instalado desde hace siete u ocho años y nunca funcionó; está comprobado”, aunque se refería al que es controlado por la gremial y no al que se conectaría directamente con el 911. Sobre el resto de las propuestas, cuestionó que sólo conoce “los titulares: las cámaras no conocemos el sistema, y en estos casos siempre vuelven a colocar el retiro del dinero, pero tampoco se concreta en un plan en etapas o algo así: son sólo titulares”.

En cambio, los trabajadores del taxi proponen el blindaje de la parte delantera del vehículo y la aprobación de un protocolo para todas las redes de radiotaxi de Montevideo, que privilegie la seguridad de los trabajadores frente al procesamiento de los viajes. Actualmente, señaló Silva, solamente Radio Taxi Cooperativo utiliza este sistema.