Es tremendo el momento del Club Plaza Colonia. Los patas blancas de Colonia del Sacramento son los líderes del Torneo Clausura, con 13 puntos; están en la quinta posición de la Tabla Anual, con 30 unidades, en zona de clasificación a la Copa Sudamericana, y, con el triunfazo de ayer ante Wanderers en el Parque Viera, salieron por primera vez desde que ascendieron para jugar esta temporada en Primera División de la zona del descenso, con 60 puntos, y se colocaron 4 unidades por encima de Rentistas, a 2 de El Tanque Sisley y Wanderers y a 3 de Juventud. Es espectacular lo de los dirigidos por Eduardo Espinel, que, con un plantel repleto de chiquilines del departamento, que fueron cimentando su estilo, su forma de jugar y su manera de ser durante la Segunda División Profesional, y ahora en la A, con algunos retoques de experiencia -en el Apertura, con Danilo Gerlo- y la vuelta de Mariano Bogliacino a su casa, parecen ser cosa seria. Lo de ayer fue 1-0, pero, si miramos hacia atrás, nos encontramos con los triunfos ante Nacional, Liverpool y Rentistas y el empate ante Villa Teresa. Porque, claro, además Plaza está invicto en el Clausura.

Los Rodríguez

El primer tiempo terminó 0-0, y ya se avizoraba una actitud un tanto particular de los colonienses para con el juego. Es que Plaza salió a jugar el partido en Montevideo como si fuera locatario y Wanderers se vio sorprendido. Las combinaciones por la izquierda con las trepadas del lateral Alejandro Villoldo les hicieron mucho daño a los bohemios, que tuvieron en Gastón Rodríguez y en alguna subida de Martín Rivas lo más peligroso de la primera etapa, aunque sin mucha claridad. El 0-0, igualmente, estaba bien, y no era un mal negocio para Plaza.

Sobre el final del primer tiempo se dio la expulsión por roja directa de Federico Barrandeguy, y aquella sensación de que Plaza estaba fuerte y se plantaba como visitante se cristalizó en el segundo tiempo con tres jugadas de peligro consecutivas en las que el actor de reparto fue el zaguero Carlos Rodríguez y el rol principal lo tuvo el argentino Germán Rivero, con una gran media vuelta y un lindo gol para darles el 1-0 a los patas blancas. Rodríguez fue hasta el área de Leonardo Burián. Primero, cabeceó y la pelota se fue rozando el palo izquierdo; segundo, volvió a meter un testazo y la bola dio en el palo; tercero, cabeceó -¡otra vez!- para que la pelota diera en la mano de un rival y le cayera servida a Rivero, que se dio vuelta y la mandó guardar. Además de ser decisivo en el área contraria para que su equipo marcara el único gol de la tarde, en el fondo Rodríguez fue impasable. Cuando no pudo controlar su sector, estaba Kevin Dawson, seguro en el arco. El partido de Matías Caseras en la mitad de la cancha volvió a ser fundamental para el manejo de los tiempos y la pelota. Plaza Colonia es el líder y coquetea con la gloria en Primera División.