Casa Grande, el grupo del Frente Amplio (FA) que lidera la senadora Constanza Moreira, resolvió convocar a sus militantes a votar junto con su lista, la 3311, “por cualquiera” de los candidatos para ocupar la presidencia de esa fuerza política. El Plenario Nacional del FA proclamó el 12 de marzo las candidaturas de José Bayardi (Vertiente Artiguista), Javier Miranda y Roberto Conde (ambos independientes) y Alejandro Sánchez (Movimiento de Participación Popular).

Casa Grande considera que todos los propuestos “son hombres destacados y con proyección”, pero advierte que “la incapacidad” del FA para proponer “mujeres que asuman posiciones de conducción y responsabilidad” es un “indicador de los problemas” que tiene la fuerza política. Después de su Asamblea Nacional Ciudadana, realizada el fin de semana, el grupo emitió una declaración en la que destaca su “satisfacción” por el ingreso del sector al FA.

El texto explica que los “procesos progresistas y de izquierda” de América Latina “están viviendo momentos muy inquietantes” y que “el avance de la derecha, la expansión de modalidades perversas de corrupción, la proliferación de formas blandas de golpes institucionales, los obstáculos de los intereses económicos para mejorar la redistribución, el desgaste en la gestión de los gobiernos, su divorcio creciente de las bases sociales así como la ausencia de nuevos impulsos políticos e ideológicos dentro de la propia izquierda (entre otros aspectos), son datos de la realidad que no se pueden ocultar”. En opinión del grupo, los frenteamplistas tienen que estar “muy seguros” de los logros de los últimos diez años, también deben “tener mucha conciencia sobre los problemas, las debilidades y la falta de rumbo en asuntos esenciales como por ejemplo, defensa, seguridad, desarrollo inclusivo, igualdad de género, medio ambiente, etcétera”.

Casa Grande plantea que el FA presenta “dificultades muy arraigadas por la imposición de la lógica de los sectores, por la ausencia de debates reales, por la debilidad para exigir y acompañar al gobierno nacional, por el desestímulo a la participación y por la incapacidad de renovar a fondo la agenda programática”, y sostiene que las elecciones internas del 29 de mayo “son una gran oportunidad para movilizar críticas, ideas y responsabilidades que reviertan el enojo y la decepción de amplios sectores del pueblo frenteamplista”. En las últimas elecciones internas, en mayo de 2012, los candidatos a la presidencia del FA se votaban en hojas independientes a las de los sectores, por lo que se podía votar cruzado. Casa Grande participará en esa instancia “bajo el impulso del entusiasmo, la crítica y las ideas, exigiendo y comprometiendo a los candidatos para una transformación radical” del FA, porque “el futuro del país necesita un nuevo proyecto de izquierda”, concluye la declaración.