La Mesa Política del Frente Amplio (FA) tendrá sobre la mesa mañana el pedido de algunos plenarios departamentales de postergar las elecciones internas de la coalición de izquierda, previstas para el 29 de mayo, debido a la situación de emergencia climática que vive el país. El Plenario Departamental de Paysandú solicitó el lunes aplazar los comicios por 30 días “ante la alta sensibilidad que hay en la gente por la situación y el contexto que vive el departamento, por las inclemencias meteorológicas que han provocado inundaciones, anegamiento, haciendo imposible introducir la campaña electoral”, según señaló en una resolución que elevó a la Mesa Política. El Plenario Departamental de Salto evaluará el mismo tema el lunes; según dijeron a la diaria integrantes de ese organismo, habría consenso en pedir la postergación por un plazo similar al que solicita Paysandú. Estos dos plenarios, junto con los de Río Negro y Soriano, pretendían adoptar una postura común de la región litoral; la Mesa Política del FA en Río Negro estaba reunida al cierre de esta edición, y varios sectores habían solicitado la postergación. La Mesa Política Nacional del FA había considerado un eventual aplazamiento el viernes, a pedido de Asamblea Uruguay, pero en esa instancia resolvió continuar con la campaña.

Sin embargo, a raíz de los pronunciamientos y opiniones que surgen también de dirigentes de distintos sectores en los departamentos del interior, los candidatos a la presidencia de la coalición están abiertos a considerar un aplazamiento, y en ese sentido se manifestarán los sectores que los respaldan en la Mesa Política. Sin embargo, persisten diferencias con relación al tiempo que deberían postergarse los comicios.

“Estamos abiertos a atender el pedido de las departamentales del interior, siempre y cuando [la postergación] no sea de más de dos o tres semanas”, dijo a la diaria Roberto Conde, que cuenta con el respaldo, entre otros sectores, del Partido Comunista y del Partido por la Victoria del Pueblo. Conde remarcó que “de ninguna manera” se aceptará una postergación hasta setiembre, como pidió en primera instancia Asamblea Uruguay. “El FA no está bien, y patear la pelota hacia adelante es querer muy poquito al FA”, sostuvo.

Alejandro Sánchez -respaldado entre otros sectores por el Movimiento de Participación Popular, Ir y Compromiso Frenteamplista- dijo que comparte “plenamente” la decisión de postergar las elecciones en este contexto. “Considero que en estos temas tenemos que ser muy claros y escuchar a los compañeros del interior del país. Si ellos nos piden que se posterguen las elecciones, debemos hacerlo”, declaró Sánchez a la diaria. En cuanto a los tiempos, desde el comando de campaña de Sánchez explicaron que dependerá de las demandas de las departamentales del interior y de lo que pueda consensuarse, pero se inclinan más por un plazo de 20 o 30 días.

En cambio, los comandos de otras candidaturas reclaman un aplazamiento más extendido. José Bayardi, el candidato que impulsa la Vertiente Artiguista, dijo que es necesario “reconsiderar” la decisión de la Mesa Política y conceder la postergación a raíz de la solicitud que hicieron “los compañeros del interior, que tienen razones y fundamentos”, y evaluó que el aplazamiento no debería ser menor a 60 días.

Gonzalo Reboledo, responsable del comando de campaña de Javier Miranda -que cuenta con el apoyo del Frente Liber Seregni, el Partido Socialista y De Frente, entre otros sectores-, dijo que Miranda está haciendo gestiones para que se postergue la fecha de los comicios, y que el tiempo en que se aplazará deberá definirse colectivamente. De todos modos, rechazó la posibilidad de una postergación por un lapso breve. “La situación de verdad está muy complicada, no hay ambiente ni clima para una campaña electoral. Hay una cantidad de localidades del interior en donde se está pensando en cómo dar una mano [a los afectados por las inundaciones], y cuantos más seamos, mejor. Lo que nosotros estamos viendo, y hemos hecho consultas al Inumet [Instituto Uruguayo de Meteorología], es que la situación no va a cambiar, entonces postergar por tres semanas es para que en tres semanas tengamos la misma situación; no es realista”, consideró Reboledo. “En el mediano plazo, no hay previsión de que esto cambie. No podemos hacernos mentiras y decir que dentro de tres semanas va a haber un sol que raja las piedras y no vamos a tener consecuencias de las inundaciones. Aunque no haya más evacuados, vamos a tener casas con humedad, enfermedades, y otros problemas que vamos a tener que atender. Es ingenuo pensar que en tres semanas esto se revierte”, agregó. Concluyó que es preciso “no sólo postergar sino suspender, porque si no entendemos que estamos en emergencia y no entendemos la sensibilidad de los compañeros, entonces no entendemos la realidad”.