WikiLeaks publicó lo que presentó como la transcripción de una videoconferencia que mantuvieron dos funcionarios del FMI el 19 de marzo, que sugiere que el organismo podría amenazar con dejar el programa de rescate a Grecia como táctica para presionar a este país, a Alemania y a los otros acreedores de la Unión Europea (UE) -la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Mecanismo Europeo de Estabilidad- para que ofrezcan más alivio de la deuda y alcancen un acuerdo este mes.

En el documento se identifica al director de los asuntos para Europa del FMI, Poul Thomsen, y a la jefa de la misión del FMI en Grecia, Delia Velculescu. En el diálogo, plantean amenazar a los acreedores con no participar en el tercer rescate, para que se sientan presionados y puedan llegar a un acuerdo sobre el alivio de la deuda griega antes del referéndum de junio en el que Reino Unido decidirá sobre su permanencia en la UE. Según la transcripción, el FMI planeaba imponer a los socios acreedores el aumento del alivio de la deuda y la exigencia de un superávit primario mayor -que llegue a 3,5% para 2018-, lo que supondría un recorte de entre 7.500 y 9.000 millones de euros, cifras que se alejan de los 5.500 que desea la CE o los 1.800 que propone Grecia.

La amenaza también fue dirigida a Alemania, uno de los países que más se resisten al plan que propone el FMI. En la comunicación, Thomsen propone “recordarle” a la canciller alemana, Angela Merkel, que la no incorporación del FMI al rescate griego provocaría resistencias en su Parlamento, en el que ya enfrenta reticencias debido a su plan de acogida de refugiados. Los funcionarios coincidieron en que, si el gobierno griego recibe suficiente presión, al final “terminará cediendo” como ya sucedió cuando “se quedaron sin dinero”.

El mismo día en que WikiLeaks publicó la conversación, Tsipras convocó a sus ministros a una reunión de urgencia y también dialogó con el presidente, Prokopis Pavlopoulos, y con el líder del Parlamento, Nikos Voutsis, para evaluar qué medidas tomar. “No vamos a dejar a nadie que juegue con fuego, y no vamos a dejar a Grecia y Europa desprotegidas”, dijo el primer ministro, que también contactó al vicepresidente del Parlamento Europeo, Dimitris Papadimouli.

Tsipras aseguró que Grecia está cumpliendo con los compromisos adquiridos en el rescate y manifestó su temor a que el objetivo de esta polémica sea crear una nueva crisis en su país. En declaraciones a la televisión estatal, la portavoz del gobierno griego, Olga Gerovasili, pidió al FMI que “explique” sobre “si crear las condiciones para la quiebra en Grecia justo antes del referéndum británico” corresponde a su “posición oficial”.

Sin embargo, el FMI no dio respuestas. “No comentamos filtraciones o supuestas informaciones de discusiones internas. Ya hemos manifestado claramente lo que creemos necesario para una solución permanente a los desafíos económicos que afronta Grecia, una solución que coloque al país en una senda de crecimiento sostenible apoyado en un paquete de reformas creíbles combinadas con un alivio de la deuda por parte de los socios europeos”, manifestó el organismo en un comunicado. La difusión de esta conversación coincide con la revisión del rescate que, tras varias semanas en suspenso, se reanudaría hoy en Atenas.