El secretario ejecutivo del Frente Amplio (FA) manifestó ayer su “total rechazo” frente a lo que calificó de “proceso de golpe de Estado” en contra de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, luego de que la Cámara de Diputados de Brasil habilitara el inicio del proceso de juicio político. El FA recuerda que Rousseff fue electa por 54 millones de brasileños en las urnas y sostiene que “el instrumento de juicio político (impeachment) sin fundamento jurídico que lo sustente es, en los hechos, un golpe parlamentario”. “No existe ninguna acusación de acto de corrupción sobre la Presidenta Dilma Rousseff, en tanto existen investigaciones concretas sobre el 50% de quienes votaron a favor del juicio político”, sostiene la coalición de izquierda. “El objetivo de sacar a Dilma y al PT (Partido de los Trabajadores) de la presidencia de Brasil, por parte de la derecha y sectores afines, entre ellos la Red O Globo, la Federación de Industriales de São Paulo y sectores del Poder Judicial, es retomar el poder político y económico” para alinear al país “con las políticas económicas desde los grandes centros de poder”. Finalmente, el FA alerta ante “esta arremetida continental de la derecha con golpes de Estado de nuevo tipo” e insta a “los sectores populares” a que “mantengan su alerta en defensa de la democracia y contra los intentos desestabilizadores que recorren el continente”.

En una línea similar, el secretariado ejecutivo del PIT-CNT manifestó su “más contundente rechazo” ante lo sucedido el domingo en Brasil. “El método de golpe de Estado con visos de resolución parlamentaria, ya practicado en Paraguay, es un método promovido y auspiciado por el imperialismo norteamericano y la derecha continental. En contra de la legítima Presidenta de Brasil no pesa acusación de ningún tipo de corrupción”, señaló la central sindical. El secretariado convocó a todas las direcciones sindicales a una reunión el jueves en el local del PIT-CNT, y anunció que habrá movilizaciones en contra del golpe.