El Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) terminó de acordar ayer cuáles serán las 15 condiciones que impondrá al vicepresidente Michel Temer para apoyar un eventual gobierno liderado por él, en caso de que la presidenta Dilma Rousseff deba dejar el cargo, ya sea durante el juicio político como en el caso de que este proceso termine en su destitución.

El diario O Estado de São Paulo y la cadena Globo accedieron al documento e informaron que, en el terreno económico, se exige que el gobierno presente medidas para un ajuste fiscal y para simplificar el sistema tributario en un plazo de entre 30 y 60 días. Además, en el texto se pide un compromiso con los programas sociales, aunque también se solicita la “reducción del aparato del Estado”. El PSDB también considera necesario reducir el número de ministerios y ampliar el de concesiones y privatizaciones de forma “urgente”.

En el plano político, el documento exige medidas contra la corrupción y que se lleve adelante una reforma política para la cual se discuta la posibilidad de pasar a un régimen parlamentarista de gobierno que sustituya al actual, que es presidencialista. También se pide que se amplíen los impedimentos para que un partido ingrese al Congreso, donde hay alrededor de una treintena de organizaciones políticas.

El líder del PSDB, el senador Aécio Neves, tenía previsto reunirse ayer con Temer para entregarle el documento, después de que este fuera aprobado por la Ejecutiva Nacional del partido.

En estos días Temer está recibiendo a muchos dirigentes políticos y empresarios para conocer cuáles son sus alternativas para la difícil situación económica que vive Brasil. Entre otros, el lunes recibió al presidente de la poderosa Federación de las Industrias del Estado de San Pablo, Paulo Skaf, que integra el Partido del Movimiento Democrático Brasileño, al que pertenece el vicepresidente. Al igual que el PSDB, Skaf se refirió a la necesidad de un ajuste fiscal y un aumento de las privatizaciones.

En esta serie de encuentros los distintos grupos también están informando a Temer qué condiciones pondrían para apoyar un eventual gobierno suyo. Entre otros, el vicepresidente recibió, en varias ocasiones, a la bancada BBB (Biblia, buey y bala), que reúne a evangélicos, ruralistas y diputados financiados por la industria armamentista, conformada por 373 de los 513 integrantes de la cámara baja.

Esta bancada respaldó el juicio político contra Rousseff y considera que en un eventual gobierno de Temer encontraría un Ejecutivo más afín a sus propuestas. El diputado evangelista Sóstenes Cavalcante contó que las reuniones con Temer son productivas y que la última de ellas contó, incluso, con una ronda de oración colectiva.

La bancada BBB está más que dispuesta a apoyar a Temer a cambio de su compromiso con ciertos proyectos. Toma varios reclamos de los ruralistas, que piden el fin de la financiación de los programas sociales vinculados con el Movimiento de los Sin Tierra, que sea el Congreso el responsable de delimitar las tierras indígenas y que se permita al Ejército “mediar” en los conflictos agrarios en las zonas rurales, en especial en ocupaciones de predios privados. También reclama que se apruebe la baja de la edad de imputabilidad y un proyecto que facilita la compra de armas.