Mañana a las 20.00, en la sala Idea Vilariño de la Torre de las Telecomunicaciones de Antel, tendrán lugar la presentación y el correspondiente sorteo de la Liga Uruguaya de Ascenso (LUA), que no es otra cosa que el viejo Torneo Metropolitano de básquetbol, aunque con nuevo nombre.

Como estaba previsto, el torneo comenzará el viernes, ya que no prosperó el pedido de aplazarlo que algunos equipos solicitaron tras la renuncia de Andrés Calderón, el ex presidente de la Mesa Ejecutiva de la divisional.

Al sorteo irán 13 equipos: Atenas, Bohemios, Capital, Larrañaga, Marne, Miramar, Montevideo, Nacional, Olivol Mundial, Stockolmo, Tabaré, 25 de Agosto y Verdirrojo. Los dos clubes que protagonizan el clásico de Villa Dolores, Miramar y 25, fueron los ascendidos por la Divisional Tercera de Ascenso. Atenas, Bohemios y Tabaré jugarán la LUA tras haber descendido de la Liga Uruguaya de Básquetbol (LUB).

El sistema de disputa del torneo de ascenso es simple. En la primera fase del campeonato se jugarán dos ruedas, todos contra todos, en el clásico sistema de local y visitante; en total serán 26 fechas. Luego se pasará directamente a los play off: se cruzarán el primero con el cuarto y el segundo con el tercero, al mejor de cinco partidos (todos en cancha neutral), y tendrán ventaja deportiva de 1-0 los que terminen en el primer y el segundo lugar. Los ganadores de ambas llaves semifinales ascenderán a la próxima edición de la LUB. Los perdedores se cruzarán entre sí para dirimir el tercer ascenso; en este caso también habrá ventaja deportiva para el mejor ubicado, y se jugará a cinco partidos.

Los dos descensos a la Divisional Tercera de Ascenso tendrán una definición parecida a la de los ascensos. Los play off entre los cuatro últimos de la tabla general serán 10º con 13º y 11º con 12º. Jugarán al mejor de cinco partidos, con ventaja 1-0 para los que tengan más puntaje, y todos los encuentros se jugarán en canchas neutrales. Quienes pierdan los mano a mano jugarán en 2017 en la última categoría del básquetbol metropolitano.

Contame algo

En la antesala del torneo, el mercado de pases estuvo movidísimo. Tanto jugadores de LUB como de Tercera, a los que se suman muchos otros provenientes de ligas del interior, solicitaron transferencia para los equipos que participarán en la LUA. Según el portal urubasket.com, hasta ayer eran 70 los pases realizados. Con las fichas ya en sus equipos, la única pieza que se podrá cambiar es la de los extranjeros, y el límite es la fecha 23ª. Con respecto a los jugadores extranjeros -vale recordar que sólo puede jugar uno por equipo-, salvo algunos conocidos, es una incógnita cómo potenciarán -o no- a los planteles que integren.

Hay tres casos, todos distintos, que llaman la atención. En primer lugar, el de Bohemios; el albimarrón, que será dirigido por el mercedario Pedro Pereira, tendrá dos extranjeros: el recientemente contratado Anthony Lee y Tarrie Monroe, que está nacionalizado y no se contabiliza como ficha extranjera. Tabaré también tendrá un jugador extranjero nacionalizado, Terrence Shelman -quien el año pasado jugó en Sayago, club con el que logró el ascenso-, pero los grises del Parque Batlle aún no han informado quién será su ficha extranjera. Por último, Olivol Mundial comenzará la temporada sin ficha foránea ni jugador nacionalizado.

Precisamente Bohemios, quizá por la forma en que confeccionó el plantel desde el arranque, comienza la LUA como uno de los favoritos. Además de los extranjeros citados, los de calle Gabriel Pereira tendrán en su plantel a Nicolás Catalá, Camilo Antúnez, Germán Cortizas y Martín Perdomo, entre otros.

También Nacional conformó un buen pantel; bajo la dirección técnica de Federico Camiña, los tricolores tendrán al nigeriano Andrew Kehinde Kenny Adeleke como ficha extranjera. El africano jugó en Goes hace un par de temporadas. Entre los nombres más cotizados del plantel bolso están Salvador Zanotta y Agustín Zuvich -ambos campeones de la LUB con Hebraica y Macabi-, Nicolás Ibarra, Juan Santiso y Adrián Bertolini.

De todas formas, más allá de cualquier análisis previo, si hay algo que refleja la experiencia del Metropolitano es la paridad, junto con las sorpresas. Sin ir más lejos, Stockolmo -que este año tendrá la vuelta de uno de la casa, Luis Silveira, tras más de dos décadas de su salida del club- el año pasado estuvo a punto de subir a la LUB, pese a no ser candidato. Es simple: en el ascenso no se regala ni una cara bonita.