La victoria de Trump en Indiana -por 17 puntos- llevó a sus rivales a abandonar la carrera a un mes y medio de que termine el proceso de primarias. Cruz, que había ganado en nueve estados y sumaba 565 delegados, anunció su retirada esa misma noche. “Dimos todo en Indiana, pero los votantes eligieron otro camino y así, con el corazón encogido pero con optimismo sin límites para el futuro a largo plazo de nuestra nación, suspendemos nuestra campaña”, dijo Cruz en Indianápolis, acompañado por su familia y por Carly Fiorina, a quien había elegido como vicepresidenta una semana antes. “Sin embargo, no suspendo mi lucha por la libertad. No suspendo mi lucha por defender la Constitución, los valores judeocristianos que fundaron Estados Unidos. Nuestro movimiento continuará”, aseguró Cruz ante cientos de seguidores.

Kasich hizo su anuncio anoche, desde Ohio, el estado que representa como gobernador y el único en el que pudo ganar en estas primarias. “Nadie ha hecho más con tan poco en la historia de la política”, señaló Kasich en referencia a la escasa recaudación que logró durante su campaña. “Mientras suspendo mi campaña hoy [por ayer], tengo una fe profunda en que el Señor me mostrará el camino y satisfará el sentido de mi vida”, finalizó.

Con el triunfo del martes, Trump acumula 1.053 de los 1.237 delegados que necesita para garantizar su nominación republicana antes de la convención del partido, prevista para el 18 de julio. Además, las encuestas auguran buenos resultados en las elecciones primarias que quedan: el empresario tendría asegurados unos 120 delegados en Virginia Occidental, Nueva Jersey, Washington, Oregón y Nuevo México. Los otros 60 y pico que necesita podría obtenerlos fácilmente en California, donde lidera las encuestas y el ganador se lleva 172 delegados.

En su discurso del martes, Trump dijo que Cruz fue un “competidor duro” e “inteligente”, y aseguró que tiene “un gran futuro”. También felicitó al senador por haber llegado tan lejos en la carrera presidencial y adoptar la “valiente” decisión de retirarse. Fue la primera vez, desde que empezó la campaña, que el empresario se refirió al senador de Texas en buenos términos. Dando por segura su nominación para noviembre, Trump hizo un llamado a la “unidad” del Partido Republicano y dijo que le gustaría contar con los 16 candidatos que se presentaron junto a él para competir por la presidencia de Estados Unidos. Finalmente, afirmó: “Ahora vamos contra Hillary Clinton”.

Sobre la favorita entre los candidatos demócratas opinó que “no será una gran presidenta” sino “una mala presidenta”, ya que “no entiende” cómo funciona “el comercio”. A la vez, cuestionó a su esposo, el ex presidente Bill Clinton, por aprobar “el peor tratado de libre comercio de la historia”, en alusión al firmado en 1993 con Canadá y México.

Consultado sobre sus posibles compañeros de fórmula, Trump dijo al diario estadounidense The New York Times que planea revelar a su candidato en julio, antes de la convención republicana, y que está conformando un comité especial para que se encargue de la búsqueda. Antes de que Kasich hiciera oficial su renuncia, Trump dijo a CNN que el gobernador de Ohio “podría ser un buen vicepresidente” y que está “interesado” en él. “Tenemos una buena relación y podría ser de mucha ayuda”, agregó.

La designación de Trump como candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos es casi inevitable. El presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, aseguró el martes en su cuenta de Twitter: “Donald Trump será el posible nominado del Partido Republicano, debemos unirnos y centrarnos en derrotar a Hillary Clinton”.

Un mismo objetivo

En las primarias demócratas, y a pesar de lo que preveían las encuestas, en Indiana ganó Sanders. Esta victoria es importante para el senador de Vermont porque significa un respiro después de cuatro derrotas en estados grandes y en un momento en que muchos pensaban que iba a renunciar, pero su camino a la nominación sigue siendo difícil. Antes de Indiana, la ex secretaria de Estado acumulaba 2.165 de los 2.383 delegados necesarios para lograr la nominación, incluyendo a los “superdelegados” que pueden votar a quien quieran en la convención.

Los discursos de Clinton y de Sanders, el martes, pusieron el acento en lo que significaría un triunfo de Trump. En un comunicado divulgado pocas horas después de que Cruz abandonara la carrera republicana, el jefe de campaña de Clinton, John Podesta, aseguró que Trump “demostró” que es “demasiado divisivo y que carece del temperamento para dirigir a nuestra nación y al mundo libre”. Agregó: “Con tanto en juego, Donald Trump es, simplemente, un riesgo demasiado grande”.

Sanders, por su parte, afirmó: “Lo más importante no es si Clinton o Sanders son los nominados, sino que no permitamos a alguien como Donald Trump ser presidente de Estados Unidos”. El senador agregó: “Según todas las encuestas que he visto en el último mes, Sanders vence a Trump por márgenes mayores que Clinton”.