El gobierno de Mauricio Macri comprará todo el gas posible a los países vecinos, con el objetivo de que las empresas y los hogares consumidores de gas natural comprimido se vean afectados lo menos posible durante el invierno.

El diario La Nación informó que Enarsa, la empresa pública de exploración y explotación de yacimientos y de distribución y venta de productos energéticos creada por Néstor Kirchner en 2004, tiene planificado recibir más de 40 barcos de gas natural licuado entre junio y setiembre en los puertos regasificadores de Escobar, de Buenos Aires y de Bahía Blanca, para atender las urgencias del invierno. La empresa ya definió la compra de 25 cargamentos a la brasileña Petrobras, la rusa Gazprom y la británica BP, y espera sumar al menos otros 11 barcos. En estos casos, el comercializador traerá el gas desde ultramar por barco en estado líquido, este pasará por una terminal de regasificación y se inyectará a los gasoductos.

El gobierno argentino tiene problemas de reserva de dólares, pero considera que es un momento oportuno para aumentar las importaciones energéticas, porque debido a la caída del precio internacional de los hidrocarburos, el valor del gas es más bajo, y además se prevé que aumente en el futuro cercano.

Otra de las opciones que han estado a consideración para cubrir las necesidades de gas es Bolivia. Desde ese país puede ingresar gas sustancialmente más barato que el que llega por barco. Argentina importa gas desde Bolivia a tres dólares por millón de BTU (la unidad de medida de los energéticos), mientras que la compra de gas licuado le cuesta entre 6,50 y siete dólares por millón de BTU. Sin embargo, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, decidió a fines de la semana pasada importar gas desde Chile a siete dólares por millón de BTU, un precio superior al que se paga por el producto traído de Bolivia, debido a que este país “no tiene más gas”.

“El contrato dura 30 años, hasta 2027. En realidad, no está cumpliendo todavía la cuota que corresponde a este mes, porque también ellos lo necesitan en invierno”, agregó Aranguren sobre el contrato que regula el suministro de gas desde Bolivia. No obstante, el ministro de Hidrocarburos y Energía de Bolivia, Luis Alberto Sánchez, aseguró que su país sí está cumpliendo con el contrato de venta de gas natural a Argentina. Consultado por el diario Página 12, Sánchez dijo que Bolivia está cumpliendo con los envíos pautados y que hasta el momento no existe una propuesta para incrementar los volúmenes de gas a ese país. “Estamos abiertos a analizar nuevas propuestas de volúmenes con los hermanos argentinos. Obviamente la prioridad es el mercado interno, con tantos proyectos que se están desarrollando en Bolivia, como el Mutún [un cerro que tiene el mayor yacimiento de hierro del mundo], litio, cementeras, amoníaco y urea, propileno, polipropileno y generación de energía eléctrica”, remarcó. Sánchez también opinó sobre el diferencial de precios que paga Argentina al traer el gas de Chile. El gas que proviene de Chile también es traído en forma líquida desde otro continente (hoy ese país compra gas licuado en Trinidad y Tobago y Qatar), hay un costo de regasificación en el lado chileno y otro costo por el transporte, lo que encarece el precio.

Consultado acerca de la posibilidad de que la compra de gas en el exterior agudice la escasez de dólares, Aranguren se limitó a contestar: “Nuestra obligación es tratar de hacerle la vida más fácil a la gente y que haya disponibilidad del producto cuando se necesita, que cuando se acerca el invierno haya gas. Por eso tenemos que tratar de conseguir ese producto de la mayor cantidad de fuentes posible”.

En algo que el diario La Nación presentó como “un lento retorno a los fundamentos que orientaban a la industria en los años 90”, el gobierno volvió a la regulación del mercado energético que existía antes de los Kirchner y acordó con empresarios cortar el suministro de gas natural comprimido a las estaciones e industrias con contratos interrumpibles.

Un Comité de Emergencia integrado por funcionarios y empresarios decidió que se les cortará la porción interrumpible de gas a las estaciones de servicio que tengan contratos bajo esa modalidad. Respecto de los precios, la Confederación de Entidades de Comercio de Hidrocarburos estimó que el metro cúbico de gas natural comprimido subirá a lo largo de mayo a diez pesos en la Capital Federal y a 12 pesos en el interior, luego de que en abril aumentara desde seis a ocho pesos en la Capital y de ocho a diez en el interior, en promedio.