El primer bombazo llegó de la mano del Festival de Sundance, que este año comenzó con una competencia oficial de 66 películas. La que se quedó con el premio a mejor guion fue Mi amiga del parque (Argentina/Uruguay), dirigida y actuada por la porteña Ana Katz, quien además escribió el guion junto a la uruguaya Inés Bortagaray. Este cuarto trabajo de Katz, después de El juego de la silla (2002), Una novia errante (2006) y Los Marziano (2011), se centra en la maternidad y sus lugares comunes, y en los hijos como un misterio, a partir de un extraño y conflictivo vínculo entre dos madres que se conocen en un parque barrial. “Es una película sobre la maternidad y la vulnerabilidad que aflora con la llegada de un nuevo bebé”, contó la directora a la revista uruguaya Film. También definió su cuarto trabajo como un “thriller doméstico”, ya que es una película “de suspenso con madres con cochecitos”.

El vínculo con Uruguay no se limitó a la producción y al guion; la película se filmó mayoritariamente en el Parque Rodó -donde se desarrolla la historia- y el Jardín Botánico de Montevideo. En cuanto a Bortagaray, además de haber publicado los libros Ahora tendré que matarte (2001) y Prontos, listos, ya (2006), viene desarrollando una sostenida carrera como guionista entre Buenos Aires y Montevideo: participó en la escritura de la mencionada Una novia errante, La vida útil (Federico Veiroj, 2010), y Mujer conejo (Verónica Chen, 2013), entre otras. Consultada sobre esos trabajos por Film, Bortagaray sostuvo que es necesario “hacer mucho” para entender cabalmente cuál es el camino que uno está queriendo recorrer para contar una historia. “A veces sucede que uno debe hablar para poder pensar con claridad. Con el guion a mí me sucede que necesito escribir, probar escenas, diálogos, situaciones, para poder entender con mayor precisión cuál es la historia que estoy contando. La inspiración es un estado fabuloso, que creo que hay que estimular mirando películas, leyendo libros, viendo exposiciones de arte, escuchando música, caminando, conversando con amigos. Pero un guion se escribe trabajando mucho”.

Mi amiga del parque volvió a ser noticia, porque el sábado ganó la Biznaga de Plata al mejor largometraje en la sección Territorio Latinoamericano del 19º Festival de Cine Español de Málaga, donde también se quedó con el premio a la mejor actriz, otorgado a la argentina Julieta Zylberberg. Esto renueva la proyección internacional del largometraje, que ya venía con un buen precedente cuando Sundance Channel -señal de ese festival- anunció que había adquirido los derechos para transmitir la película en África, Asia y Europa.

Su estreno en Uruguay se produjo en el marco del Festival de Cine de Punta del Este, y seguramente en pocas semanas llegará a las salas comerciales este trabajo que, como señaló el crítico Juan Pablo Cinelli, del diario argentino Página/12, para los hombres se vuelve “un agujero en el suelo en el que es inevitable caer apenas uno se asoma. Un agujero como aquellos en los que caían los personajes de Los Marziano, la película anterior de la directora, en cuyo fondo es posible encontrar un país de las maravillas melancólico y peligroso, pero también tierno, y con un ácido sentido del humor”. Para Cinelli se trata de un submundo habitado por un grupo de criaturas familiares y reconocibles, que pueden o no ser queribles, pero a quienes “la película registra con un grado tal de intimidad, que genera la ilusión de estar siendo testigos de una realidad habitualmente vedada a los hombres: el universo de lo femenino (o parte de él), en su esplendor y a puertas cerradas”.

En el festival malagueño también se distinguió al largometraje argentino Hijos nuestros, de Juan Fernández Gebauer y Nicolás Suárez, con una mención especial en la categoría de mejor película. En este film, que se vio en Montevideo durante el 34º Festival Internacional de Cinemateca. Hugo (Carlos Portaluppi), que trabaja de taxista, es un ex jugador de fútbol, hincha fanático de San Lorenzo. Acá vuelve a aparecer Katz, ya que, en uno de sus viajes, Hugo lleva como pasajera a una mujer separada -la directora de Mi amiga del parque-, que se olvida de su billetera. A partir de que el taxista decide devolvérsela, el film alterna entre su vida personal, la relación con la mujer y con su hijo y el fútbol, que atraviesa a los tres personajes.

Otro de los premios importantes del festival, el Biznaga de Plata a la mejor dirección, fue para la brasileña Sandra Kogut por Campo grande, una coproducción franco-brasileña -exhibida también en el reciente festival de Cinemateca- que refleja el cambio social desarrollado en Brasil cuando muchos pudieron acceder a una vida de consumo que desconocían.

El cine latinoamericano fue reconocido asimismo por el premio Feroz Puerta Oscura al mejor documental, ganado por la colombiana Carta a una sombra, de Miguel Salazar y Daniela Abad. Este trabajo relata el asesinato del médico Héctor Joaquín Abad (profesor antioqueño, pionero en el campo de la salud pública y defensor de los derechos humanos) por paramilitares colombianos en 1987, alternando materiales de archivo y testimonios.

Además, Argentina fue el país más premiado con Kóblic, la coproducción hispano-argentina de Sebastián Borensztein (ver comentario en esta página), que logró, dentro de la sección oficial, los premios al mejor actor de reparto para Oscar Martínez y a mejor fotografía para Rodrigo Pulpeiro.

El Biznaga de Oro al mejor largometraje fue para Callback, del barcelonés Carles Torras, película que retrata el lado más oscuro de Nueva York, concentrándose en las miles de personas que llegan en busca del sueño americano y terminan enfrentadas a una realidad muy distinta.