El triunfo carbonero del viernes con Liverpool en el estadio Campeón del Siglo ya quedó lejos, pero fue tan importante que les permitió a los de Jorge da Silva, luego de los resultados del sábado, quedar como líderes del Torneo Clausura y aumentar a tres su renta de ventaja sobre Nacional en la decisiva tabla anual.

Las actuaciones de los chiquilines de la casa -Federico Valverde y Diego Rossi-, de 17 y 18 años, respectivamente, fueron alentadoras con vistas al futuro. Son dos futbolistas con mucha calidad, y el hecho de tener a dos buenos valores de la casa es un plus para los hinchas. En pocos días se viene el clásico con Nacional, por eso Da Silva le dio rodaje a Guillermo Rodríguez en el equipo y lo puso como titular. El pelado venía de una larga lesión y cumplió con creces en su actuación del viernes de noche, por lo que podríamos inferir que la línea de cuatro final para jugar el clásico estará integrada por Matías Aguirregaray, Carlos Valdez, Guillermo y Maxi Olivera. Este último también hizo un buen partido el viernes, al igual que Hernán Novick, que entró desde el banco y fue determinante para que Peñarol consiguiera el triunfo. El rubio volante levantó un centro con mucha calidad para que llegara el Hormiga Valdez y atropellara contra el arco de Jorge Bava a los 58 minutos. Ese gol del capitán aurinegro valió el 1-0 sobre Liverpool y el liderazgo en la tabla de posiciones del Clausura y la tabla anual.

Otros detalles que vale la pena mencionar del partido del viernes es que Diego Forlán estuvo en el banco de suplentes y entró a jugar los últimos 20 minutos, y que el volante fernandino Nahitan Nández, que tiene cuatro amarillas, fue sustituido para evitar que llegara a la quinta.

El fin de semana Villa Teresa será el rival de Peñarol. En el encuentro que se celebrará a las 19.00 en el estadio Centenario los albirrojos irán en busca de una victoria que les permita seguir soñando con alargar su estadía en Primera División, tras el buen triunfo del jueves ante Racing en el arranque de la fecha.

La otra cara de la fría noche de viernes fue Liverpool, que venía en subida, con triunfos agónicos y muchos puntos sumados para la tabla del descenso, pero que no fue rival para Peñarol. Los negros que dirige el artiguense Mario Saralegui tuvieron una floja actuación, casi no le generaron peligro a su rival y recién después del gol de Peñarol se animaron un poco a meterse en el área contraria. Pero los intentos de los de Belvedere no estuvieron ni cerca de fructificar, ya que el goleador del equipo, Junior Arias, quedó muy solo en el ataque.