La posición del FR respecto de la “ley antidespidos” era determinante para la aprobación de la ley en la cámara baja, al igual que sucedió con las iniciativas que el gobierno necesitaba sacar adelante para poder pagarles a los fondos buitres. En una cámara de 257 escaños, ni el gobierno ni la oposición cuentan con la mayoría necesaria para aprobar proyectos por sí mismos (tienen 87 los primeros y 81 los segundos), pero sí pueden hacerlo con el apoyo del FR y algunos de los otros 13 bloques o partidos que cuentan con entre uno y ocho diputados.

Durante la jornada del miércoles los diputados del FR no dieron a conocer cuál sería su posición en el debate, pero en la madrugada anunciaron su apoyo al proyecto, que declara la emergencia laboral por 180 días. Durante ese período los empleadores deberán pagarle doble indemnización a un trabajador en caso de despedirlo. En los últimos días el FR apoyaba el espíritu de la ley pero se oponía a la doble indemnización y había propuesto un proyecto alternativo que, al igual que el anterior, era rechazado por el gobierno.

El Ejecutivo consideró que el proyecto de Massa, que se votaría si se rechazaba la “ley antidespidos”, generaba más perjuicios a la economía, por lo que la bancada oficialista decidió abstenerse en la votación y permitir que la norma fuera aprobada. Ante esta situación, el FR votó a favor del proyecto. “Me queda una sensación rara [respecto] de esta sesión”, dijo la diputada del FR Graciela Camaño en referencia a la coincidencia entre el oficialismo y parte de la oposición en el rechazo al proyecto de su sector.

El gobierno asegura que desestimular los despidos no es el camino apropiado para generar un crecimiento de la economía argentina. En los últimos días se ha ocupado de presentar la situación como un enfrentamiento entre peronistas, en referencia a las posiciones encontradas del Frente para la Victoria (FpV), promotor del proyecto, y el FR.

Desde que surgió esta iniciativa, el gobierno ha advertido que Macri la vetaría si se convertía en una ley, lo que ayer fue confirmado públicamente por miembros del Ejecutivo. Citando fuentes del gobierno, varios medios argentinos informaron que el presidente vetaría la ley hoy mismo, y que no lo hizo ayer porque quería terminar de redondear la fundamentación. Además, ayer se reuniría el Consejo del Salario en la Casa Rosada, y se especuló con que el gobierno no quería vetar una ley importante para el sindicalismo argentino antes de este encuentro.

La ley fue rechazada por dirigentes de la Unión Industrial Argentina y la Asociación Empresaria Argentina, mientras que las centrales sindicales advirtieron que podrían convocar a un paro nacional si el veto se concreta.

En menor escala

Consultado sobre la relación de su sector con el gobierno en el programa televisivo El diario de Mariana, Massa dijo que esto “no es una telenovela” en la que la relación entre él y el presidente está “bien o mal”, y reiteró que su sector va a respaldar los proyectos con los que esté de acuerdo, sin importar si cuentan o no con el apoyo del gobierno.

De hecho, ayer mismo el FR respaldó un proyecto apoyado por el oficialismo, pero en la provincia de Buenos Aires. El sector de Massa permitió la aprobación de una ley de emergencia administrativa que la gobernadora, María Eugenia Vidal -del partido de Macri, Propuesta Republicana-, consideró vital para acelerar los procesos de su gestión.

La iniciativa acorta los plazos en los procesos de licitación para la adquisición de bienes y servicios, y establece que por 12 meses sólo se contratará personal en aquellos casos en que otro funcionario no pueda desarrollar esa labor y sólo durante un tiempo limitado, para terminar con una tarea en particular. La Asociación Trabajadores del Estado y otros sindicatos de empleados estatales hicieron ayer una masiva manifestación para pedir que la ley no se aprobara en el legislativo bonaerense. Algunos de los manifestantes rompieron los vidrios del frente de la sede del parlamento local e incendiaron el portón de acceso.