El ex vicepresidente destaca que el director general de secretaría del Ministerio de Relaciones Exteriores, Bernando Greiver, confirmó una versión de prensa de El Observador acerca de que no sería designado embajador en el país andino, luego de que el Parlamento no se dispusiera a votar su venia. Esta había sido enviada dos veces por el Poder Ejecutivo al Parlamento, pero nunca llegó a ser abordada. El 2 de febrero, el canciller Rodolfo Nin Novoa se reunió con la bancada de senadores del Frente Amplio y explicó que la designación de Hierro López respondía a la necesidad de construir políticas de Estado en materia de política exterior, recordando a su vez que en la cancillería hay muchos diplomáticos blancos y colorados, y que durante los gobiernos colorados se designaron varios embajadores de izquierda.

Según argumenta Hierro López en su carta, la falta de apoyo parlamentario no es una excusa para no aprobar su designación, ya que la Constitución habilita al Poder Ejecutivo a prescindir de la venia si esta no se aprueba en 60 días: “No es necesaria la venia ‘explícita’ del Senado”. “El Poder Ejecutivo no sólo estuvo facultado jurídica y políticamente para proceder a la designación sino obligado a hacerlo [...] pero sintió que no podía ante los reparos de los senadores del Frente Amplio, quienes, pese a las buenas intenciones del señor Canciller Nin Novoa y del propio Presidente Vázquez, son los que tienen la última palabra en materia de política internacional”. Esa situación política, “que no es nueva, debilita al gobierno y al país”, agregó.

Pero, según Hierro, esta decisión de los senadores del FA incluso “expresa incertidumbre sobre las propuestas del canciller” y hace que su idea de llevar adelante una política exterior “de Estado” con todos los partidos políticos quede “desacreditada”. Además, el ex vicepresidente asegura que “la intención de vincular al Uruguay a la Alianza del Pacífico pierde fuerza o se ve postergada definitivamente ya que la bancada lo impedirá”. Según sostiene, “el FA no ha podido aún, a 11 años de iniciados sus gobiernos, definir un modelo de inserción internacional”, y en la decisión de que no asuma como embajador “prevalecieron en la bancada oficialista el sectarismo y la intolerancia, así como la confesada intención de que los cargos deben ser para ‘los frentistas’, actuando con mezquindad y sin altura de miras, lo que recorta y achata las perspectivas del país”.

La mayoría de los legisladores del FA no estaba de acuerdo con aprobar la venia, aunque nunca llegó a tomarse una decisión formal entre los senadores. “Se pasó el plazo y se esperó a que el Ejecutivo tomara la decisión. Se sabía que parte del Partido Colorado no apoyaba, o que al menos el senador Pedro Bordaberry no lo votaba”, dijo un senador frentista, que consideró que la propuesta de Hierro López era un caso “particularmente ríspido”, ya que “siempre había sido muy duro con el FA”. “Y era muy embromado que nosotros lo votáramos y el Partido Colorado no”.

Otro de los senadores oficialistas, Leonardo de León, sostuvo que durante la reunión que los legisladores frenteamplistas tuvieron con el canciller en febrero, muchos le hicieron saber su disconformidad con la decisión. “Le hicimos saber que si bien estábamos de acuerdo con la política de Estado en el área, una cosa es esa definición, y otra cosa era esta designación”, dijo el senador. La postura, aseguró, era contraria “creo que en toda la bancada”.

Según De León, la decisión del gobierno de no designar a Hierro López embajador en Perú no implica un quiebre en la búsqueda de una política de Estado en las relaciones internacionales: “Esa búsqueda está intacta y ha sido más que clara, con la participación del canciller discutiendo temas con ex ministros de la oposición. Las relaciones con Perú se buscan fortalecer y las políticas de inserción internacional se están trabajando, con intercambios que hemos tenido en la fuerza política. Una cosa no tiene nada que ver con la otra”.