El único candidato republicano que queda en carrera por la presidencia de Estados Unidos intenta imponer un perfil más serio para sumar votos y, a la vez, reconciliarse con gran parte del Partido Republicano. Sin embargo, eso no lo salva de generar polémica cada vez que menciona públicamente sus planes en materia migratoria.

El domingo, durante una entrevista con un programa de radio, le preguntaron a Trump si cree que Estados Unidos volverá a sufrir un atentado como el que derribó las Torres Gemelas en setiembre de 2011. El empresario respondió inmediatamente: “Sí, lo creo. Van a ocurrir cosas malas. Muchas cosas malas. Habrá ataques que ni siquiera imaginan”. Prosiguió: “Los ataques los llevarán a cabo personas que están viniendo a nuestro país ahora, no tengo dudas. Se puede ver, uno los ve y ve que tienen celulares. No tienen plata y tienen celulares. ¿Quién paga por ese gasto? Tienen celulares con la bandera de [el grupo jihadista] Estado Islámico, pero supuestamente nosotros tenemos que decir: ‘¿No es grandioso que los estemos recibiendo?’”.

Trump se había referido el miércoles, en declaraciones al canal Fox News, a la posibilidad de crear una comisión que se encargue de revisar algunas de sus políticas migratorias más controvertidas, incluida la que propone vetar la entrada de musulmanes a Estados Unidos. Dijo, además, que está considerando la idea de poner al frente de esa comisión al republicano Rudolph Giuliani, que era el alcalde de Nueva York cuando ocurrieron los atentados de 2001. También dejó claro, en un intento de calmar las aguas, que su propuesta refiere a un “veto temporal”.

Esta comisión también revisaría otros proyectos, como la deportación de los inmigrantes ilegales o el veto a los refugiados sirios, explicó. El empresario aprovechó, por otro lado, para reafirmar que sigue en pie su idea de construir un muro en la frontera con México: “El muro es el muro. La gente quiere ese muro. Las drogas siguen entrando al país, así que se va a construir y lo va a pagar México”.

Ese mismo día, los diputados demócratas presentaron un proyecto de ley que, de aprobarse, impediría a Trump llevar adelante su política para prohibir la entrada de musulmanes al país, en caso de que gane las elecciones en noviembre. La iniciativa, presentada por el diputado demócrata del estado de Virginia, Don Beyer, prohíbe específicamente negar la admisión en Estados Unidos a inmigrantes, refugiados y turistas con base en sus creencias religiosas. “Simplemente, una prohibición basada en la religión traicionaría la promesa de libertad que dio nacimiento a nuestro país y heriría nuestros intereses nacionales”, dijo el legislador al presentar la medida en una conferencia de prensa en el Congreso. El representante por Maryland, Steny Hoyer, agregó en un comunicado: “Pese a lo que piense Donald Trump, prohibir a miembros de un grupo religioso particular entrar al país es inconstitucional y jamás lograría el apoyo del Congreso o los tribunales”.

Problemas en inglés

La política migratoria de Trump también generó problemas con David Cameron, el primer ministro británico. Cameron había dicho la semana pasada que la propuesta de prohibir temporalmente el ingreso de musulmanes a Estados Unidos era “estúpida, divisiva y equivocada”, y dio a entender que el empresario sería mal recibido en Reino Unido.

En una entrevista emitida ayer por la cadena de televisión británica ITV, Trump fue consultado sobre cómo serían las relaciones bilaterales con Reino Unido si ganara las elecciones. “Parece que no vamos a tener una muy buena relación [con Cameron]. ¿Quién sabe? Espero que sí, pero él tampoco parece dispuesto a resolver el problema”, respondió. Después, se refirió a los dichos del primer ministro: “Bueno, en primer lugar, no soy estúpido. Les digo ahora mismo que soy todo lo contrario. En segundo lugar, en términos de división, no creo que sea una persona divisiva. Soy un unificador, a diferencia de nuestro actual presidente [Barack Obama]”. El portavoz de Cameron aseguró ayer que el primer ministro británico no se retractaría de lo dicho.

En la misma entrevista, Trump criticó también al nuevo alcalde de Londres, Sadiq Khan, de origen musulmán, por haber hecho unas “declaraciones muy desagradables” sobre él, a pesar de que “no lo conoce”. Khan dijo que el plan de Trump de prohibir la entrada de musulmanes en Estados Unidos refleja su “ignorancia acerca del islam”.