El Comité Ejecutivo del Partido Socialista (PS) emitió ayer una declaración en la que aprueba las medidas tributarias y presupuestales que el gobierno incluirá en la próxima Rendición de Cuentas, pero en la que también sugiere hacer algunas correcciones a la propuesta original presentada por el Poder Ejecutivo.

En la declaración, aprobada por unanimidad, el PS entiende que es necesario “incluir en la discusión a los impuestos sobre la riqueza y no solamente sobre los ingresos” y propone modificar el Impuesto al Patrimonio (subiendo las tasas de patrimonio personal y empresarial, y eliminando el mecanismo de reducción previsto), de forma de no incrementar la presión fiscal para los trabajadores que tienen ingresos medios. Esto permitiría “que el esfuerzo recaiga más sobre el capital que sobre el trabajo, objetivo importante para los socialistas”. También se dice que las medidas planteadas para incrementar el aporte sobre las rentas empresariales son “un avance”, pero “es necesario ir un poco más allá, sin afectar los incentivos a la inversión y la generación de empleos”.

Entre otras alternativas, el PS propone generar una tasa particular en las transferencias patrimoniales en las herencias para “atacar la concentración patrimonial”; estudiar los efectos de la exoneración del gravamen a los títulos públicos que se anunció dentro del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) provenientes del capital; eliminar el incremento del IRPF en la tercera franja de aportes (entre 33.401 y 50.100 pesos; este punto es compartido por el Movimiento de Participación Popular, la lista 711, el Partido Comunista del Uruguay, Casa Grande y la Vertiente Artiguista); dividir la cuarta franja (de 50.101 a 167.000 pesos) en dos tramos e implementar una escala de ajustes progresivos a partir de esta; eliminar la devolución del Fondo Nacional de la Salud (Fonasa) o “generar acciones que reduzcan su devolución para reflejar el verdadero costo de financiamiento del sistema”; eliminar posibles gastos excesivos en las instituciones públicas no estatales y topear los sueldos de sus directores, y aplicar un impuesto adicional para cargos de carácter político a nivel nacional.

El PS también cuestionó que se comparen las actuales medidas “con los verdaderos ajustes realizados por la derecha”, y apoya la “progresividad del esfuerzo fiscal”, bajando un impuesto indirecto como el IVA en dos puntos porcentuales. Además, se cuestiona la visión de algunos partidos de oposición de que el IRPF es un impuesto “al esfuerzo, que castiga más a quien trabaja más”. “En nuestro país cientos de miles de trabajadores dejan el alma en su trabajo, esforzándose de sol a sol, y no pagan un peso de IRPF, ya que por sus niveles de ingresos están exonerados”.

En tanto, el diputado de la Liga Federal Frenteamplista, Darío Pérez, también exigió que no se incluya a la tercera franja salarial en los aumentos al IRPF. Además, cuestionó la forma de comunicación de los aumentos impositivos y que fuera el vicepresidente Raúl Sendic, “que no goza de la confianza de la gente”, el encargado de aclarar las reformas impositivas el fin de semana anterior al anuncio del equipo económico.