Ayer, dos importantes dirigentes de la oposición criticaron al gobierno por la estrategia que lleva adelante en el combate de la delincuencia. Por un lado, el senador nacionalista Luis Lacalle Pou aseguró que el derecho penal necesita reformas, y propuso aumentar las penas para homicidios, violación y narcotráfico. Desde el entorno del legislador reconocieron que se le está haciendo “complicado” instalar temas en la agenda. “Es cada vez más difícil superar el espíritu represivo del gobierno en materia de penas. Antes te tiraban con el argumento de que había que combatir las causas sociales de la inseguridad, y uno podía descalificarlos con facilidad. Pero ahora, si uno les tira lo de aumentar las penas ellos le devuelven números que demuestran que no sirve para nada. Seguramente tienen razón. Yo les pegaría por algún otro lado, pero no se me ocurre nada”, aseguró un integrante del Partido Nacional.

Por otro lado, el diputado y secretario general del Partido Colorado, Germán Cardoso, pidió la renuncia del ministro del Interior, Eduardo Bonomi. “El encargado de este tipo de cosas era [Daniel] García Pintos, pero ahora que la brigada Palo y Palo no está operativa, al igual que ocurre con 99% del aparato partidario del Partido Colorado, no tenemos más remedio que tirar nosotros el “renunciá Bonomi”, reconoció el dirigente.

Fuentes de ambos partidos afirman que estas declaraciones no son “hechos aislados”, sino que forman parte de una estrategia cuidadosamente diseñada para seguir perdiendo elecciones. “Las quejas por la inseguridad son la columna vertebral de nuestro discurso desde que el Frente Amplio llegó al gobierno, pero por peor que esté la situación, la gente los sigue votando a ellos. Eso nos viene bárbaro, porque la verdad es que aún no estamos preparados para volver al poder. Mientras seguimos criticando al gobierno y perdiendo elecciones, vamos preparándonos para un regreso triunfal”, explicó un dirigente nacionalista.