La Cámara de Diputados argentina no pudo iniciar el debate sobre la ley antidespidos porque no se reunió el quórum de 129 diputados necesario para abrir una sesión especial, solicitada por los partidos opositores que impulsaron ese proyecto, que ya tiene media sanción del Senado. Lejos de la cifra requerida, ayer se presentaron sólo 102 legisladores, entre ellos representantes del Frente para la Victoria (FpV), de otros sectores del Partido Justicialista y de partidos de izquierda minoritarios. El quórum no llegó a reunirse por la ausencia del Frente Renovador, cuyo líder, Sergio Massa, había advertido el miércoles que sólo respaldaría el proyecto si se incluían las modificaciones impulsadas por su partido. Aun así, asistieron Héctor Daer y Jorge Taboada, dos diputados del Frente Renovador que se desmarcaron de la postura de la dirigencia.

Minutos después de que la sesión fuera declarada “fracasada”, el jefe de la bancada del FpV, Héctor Recalde, dijo que al no respaldar la ley antidespidos -o de emergencia ocupacional- se le está “dando la espalda a todo el movimiento obrero”. Óscar Romero, del FpV, sostuvo que “los que han perdido son los trabajadores” porque “cada día que pasa” hay más despidos.

Para el gobierno del presidente Mauricio Macri, “la ley daña el proceso de inversión” y, por eso, “no existe en ningún país del mundo”, según dijo ayer el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en declaraciones a la televisión pública argentina. La iniciativa será discutida el miércoles en sesión ordinaria.