La agencia calificadora Standard & Poor’s decidió mantener el grado inversor de la deuda pública de Uruguay en el escalón BBB/A-2 pero bajó su perspectiva de estable a negativa. El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) valoró en un comunicado que el país conserve “su nivel de calificación crediticia más alta de su historia” pese a “la fuerte crisis económica que atraviesan varios países de la región”. Explica que eso ocurrió por las “fortalezas productivas, financieras, sociales e institucionales construidas a lo largo de los últimos años, en el marco de la consistencia de sus políticas macroeconómicas”, y destaca que “la elevada diversificación económica uruguaya y el alto nivel de inversión extranjera directa” son ejemplos de la robustez y confianza en la economía uruguaya. Frente al aumento del déficit fiscal -que atribuye a la incidencia del contexto internacional en la economía local- el MEF destaca que anunció un plan de consolidación fiscal que permitirá alcanzar un resultado fiscal de -2,5% del Producto Interno Bruto en 2019. Resume que el plan consiste en implementar acciones sobre el gasto público y adecuar las contribuciones tributarias, y aclara que preservará “el gasto público social prioritario y las políticas de estímulo al crecimiento, manteniendo el impulso a la inversión pública y el plan de infraestructuras”, los instrumentos de fomento y la inversión privada. Confía, además, en controlar la inflación por medio de la política monetaria contractiva del Banco Central del Uruguay, y la política fiscal y de ingresos.