Aún no está claro qué fue lo que ocurrió en el barrio Marconi el viernes durante los enfrentamientos entre agentes de la Policía y vecinos del lugar, que dejaron como resultado un adolescente muerto y otro con una herida en el cráneo. Los familiares de las víctimas aseguran que el arma hallada junto a ellos fue plantada por la Policía, algo que el MI rechaza. “Si los policías tienen un arma no registrada, la venden. No les dura ni tres horas”, explicaron desde la cartera. Las autoridades recomocen que la presencia de policías en la zona es “cada vez más complicada”, y se teme que Marconi se sume a la lista de lugares en donde las fuerzas del orden no pueden entrar. “Hasta ahora la lista incluía solamente a Carrasco y Punta del Este. Ahí la Policía suele mantenerse al margen de cualquier cosa que pase y el acatamiento de la institucionalidad se deja librado a la autorregulación, partiendo de la base de que a nadie, ni siquiera a los millonarios, les conviene que la sociedad se transforme en un pueblo del Lejano Oeste”. Entre los sindicatos policiales reconocen que si bien no existe una normativa acerca de los lugares en donde la ley no actúa, por la vía de los hechos es algo “frecuente” e incluso “comprensible”. “Nosotros estamos para servir a la sociedad, pero también tenemos que cuidar nuestros propios intereses. Los policías ponen en riesgo su integridad física o sus posibilidades de ascenso si llegan a entrar en esos lugares. En el Marconi pueden recibir una pedrada o un balazo, y en Carrasco y Punta del Este se exponen a que el ladrón de cuello blanco se contacte con alguno de sus amigos políticos para arruinarle la carrera al agente que osó perseguirlo por sus crímenes”, aseguró un dirigente sindical. Las autoridades aseguraron que se está trabajando en un “protocolo” mediante el cual los efectivos entrarían a Marconi con cascos especiales que protejan sus cráneos y a Carrasco y Punta del Este con máscaras que protejan su identidad.