El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, destacó ayer, durante una cena organizada por el medio Somos Uruguay, que tanto los accidentes de trabajo como las muertes han venido bajando en los últimos años. Los accidentes laborales, que en 2014 alcanzaron a 39.305, se redujeron en 2015 a 35.649 y, en lo que va del año, apenas alcanzaron a 12.095. “De mantenerse se proyecta un nuevo descenso en el total de accidentes laborales”, auguró. En tanto, las muertes por accidentes laborales fueron 30 en 2015, 23 en 2014 y tres este año, aunque el jerarca aclaró que ninguna de ellas sucedió en la construcción. “Esto es parte de lo que vienen haciendo las políticas de prevención, el Consejo de Seguridad y Salud en el Trabajo, la formación de expertos en el tema como los prevencionistas, las bipartitas de salud y seguridad laboral en cada sector, y de lo que ha significado el impacto de la Ley de Responsabilidad Penal del Empleador, que ha obligado a tomar medidas preventivas para avanzar en la prevención en este camino”.

Durante su extensa intervención, de cerca de una hora, Murro destacó la labor que ha tenido la Dirección Nacional de Trabajo de su cartera. Según dijo, en 2015 esta oficina debió atender 1.902 conflictos, con los cuales logró 1.877 acuerdos mediante 4.059 audiencias. Todo eso se hizo con apenas 41 profesionales, que son los mismos que atienden los Consejos de Salarios. “Esto es un buen ejemplo de los servidores públicos del ministerio”, aseguró.

No obstante, el jerarca también fue autocrítico con algunas políticas. “No hemos logrado con el programa Yo Estudio y Trabajo entusiasmar al sector privado. Quizá no lo hemos comunicado bien porque no nos hemos expresado adecuadamente, pero sí podemos decirles que este programa para jóvenes de entre 16 y 20 años ha sido tremendamente exitoso para las 19 organizaciones públicas que han puesto en práctica este mecanismo”. Además, sostuvo que la Ley de Empleo Juvenil, que entró a regir hace un año, “puede y debe rendir más”. Si bien ha permitido la incorporación al mercado laboral de más de 900 jóvenes y ha generado el interés de “un centenar de empresas privadas”, es necesario “comunicarla más, difundirla y aplicarla más, e interesarnos más todos”.

Murro no evitó hacer referencia a la “estrategia fundamental” de su cartera: la “cultura del trabajo para el desarrollo”. “Este año no hemos podido hacer todo lo que hubiéramos querido hacer por este tema, pero cada minuto que pasa entendemos que es más imprescindible avanzar aquí, ya que hemos decaído en la calidad y en la ética del trabajo, y en la necesidad de formación permanente de empresarios y trabajadores para mejorar la calidad de nuestra producción y productividad”. A pesar de este panorama, el jerarca resaltó que “ya hay algunos resultados”: “En lo que va del año estamos llegando a la misma cantidad de participantes de cursos en el Instituto de Formación y Empleo Profesional que los que tuvimos en todo 2014, unas 17.000 personas”. Respecto de la productividad, Murro repitió el concepto de que “puede y debe mejorar”, pero destacó que esta responsabilidad no es sólo de los trabajadores. “Principalmente es un tema también de cómo encara el sector empresarial la mejora de la productividad, con políticas estratégicas que mejoren la productividad, en el marco del proceso de relaciones laborales y negociación colectiva”.

Por último, el ministro observó que “están apareciendo cosas nuevas en el mundo gremial”. Según dijo, mientras que antes los acuerdos los firmaban cinco o seis representantes de los respectivos gremios, ahora los firman cerca de 20, y recordó que el bloqueo del puerto realizado por algunos transportistas de carga a comienzos de esta semana fue realizado por “una asociación empresarial minoritaria”.