Fue detenido en la ciudad brasileña de Foz de Iguaçu, en la triple frontera, Ibar Pérez Corradi, hasta entonces prófugo de la Justicia argentina, que lo considera el autor intelectual del asesinato de tres personas en un caso vinculado al tráfico de efedrina. Pérez Corradi fue enviado a Asunción porque en Paraguay se lo acusa de falsificación de documentos. La fiscal de ese caso, Sandra Quiñónez, dijo que se trata de un “delito menor” en comparación con los cargos que enfrenta en Argentina, y por eso se intentará cerrar esta investigación rápidamente para extraditarlo, informó el diario paraguayo ABC Color.

Hace cuatro años que Pérez Corradi es reclamado por la Justicia argentina, que incluso pidió a Interpol que emitiera una alerta roja para su búsqueda y captura. Se lo considera el autor intelectual del asesinato, en 2008, de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, vinculados con el tráfico de efedrina: tanto Pérez Corradi como Forza lideraban grupos de traficantes que importaban efedrina de India y China para enviarla a México, donde era utilizada para producir drogas sintéticas.

Este negocio ilegal implicó que las cifras de importación de efedrina a Argentina se dispararan, sin que esto generara una reacción de las autoridades, por lo cual se cree que algunos jerarcas podrían estar involucrados. Estas sospechas fueron respaldadas por la declaración de Martín Lanatta, uno de los condenados por el triple asesinato, que en 2015 dijo que seguía las órdenes del ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández, que siempre negó tener vínculos con el tráfico de efedrina.

En enero, Lanatta y otros dos condenados a cadena perpetua como autores de estos asesinatos, los hermanos Cristian y Víctor Schillaci, se escaparon de la cárcel. Después de esa fuga, los intentos de detener a Pérez Corradi se multiplicaron, así como la recompensa que se ofrecía para quien facilitara datos sobre su paradero.

La declaración de Pérez Corradi es considerada clave para saber si efectivamente existió un vínculo entre los traficantes de efedrina y jerarcas del gobierno anterior, afirman distintos actores políticos. Él “puede involucrar y desvincular gente”, dijo su abogado, Carlos Broitman, y por eso mismo “es un blanco para que lo asesinen”. Por su parte, la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, dijo ayer en una conferencia de prensa en la que celebró la detención que “si Pérez Corradi tiene para aportar hacia arriba” el gobierno espera “que lo haga”. Recordó que él puede acceder a la figura del arrepentido, que existe en Argentina para los casos de narcotráfico, y recibir a cambio una reducción de su pena.

La legisladora porteña Graciela Ocaña, que denunció este tráfico en su momento, dijo que la declaración de Pérez Corradi “es muy importante” porque “puede apuntar a las cabezas políticas que protegieron y ampararon la venta de droga” e implicar “a figuras como La Morsa [alias que Lanatta atribuyó a Aníbal Fernández] y otros ex funcionarios de Cristina Kirchner”.