Un positivo balance de la Ley de Responsabilidad Penal del Empleador, reclamos por las pautas salariales del gobierno, apoyo a cinco nuevas leyes y hasta cuestionamientos duros al actual secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, fueron algunos de los condimentos que tuvo ayer el lanzamiento del XVI Congreso del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (SUNCA), denominado Horacio Gelós Bonilla.

En total, 1.800 delegados participarán en el congreso, que sesionará hasta mañana y definirá el programa y la plataforma del sindicato. Además, en esta instancia se llamará a elecciones para definir las autoridades del gremio, que deberán realizarse en 60 días. El evento inaugural se realizó ayer en el auditorio de la Torre de las Telecomunicaciones de Antel, pero este se vio desbordado.

El secretario general del SUNCA, Daniel Diverio, anunció que se presentará una moción en el congreso para levantarle la licencia al titular de su cargo, el actual diputado del Frente Amplio Óscar Andrade, para que pueda participar en el evento.

Durante su discurso, Diverio recordó cómo la actual Ley de Responsabilidad Penal del Empleador fue duramente resistida por la derecha y hasta por algunos legisladores del FA. “Y hoy no es noticia porque no hay ningún empresario preso y porque no es inconstitucional”, apuntó. Luego presentó algunos datos: dijo que en 2013 hubo 7.300 siniestros laborales, mientras que el año pasado esa cifra se redujo a 4.251. “A partir de esa ley se multiplicó la contratación de técnicos prevencionistas y se hicieron muchas más compras e inversiones en elementos de protección personal y colectiva para los trabajadores”.

Ahora el SUNCA se propone impulsar nuevas medidas legislativas, que incluyen una ley de insolvencia patronal, una para la inclusión de 4% de discapacitados en el sector privado, un proyecto de ley de vivienda presentado por Andrade, una iniciativa para rebajar los precios de los alquileres y una modificación de la ley de mano de obra local, que establece que en las obras públicas los trabajadores no calificados entren por sorteo. “Queremos ampliarla para que los eventuales [trabajadores contratados específicamente para una obra] también entren por sorteo, y para que haya un cupo de 5% para los gurises [internos] del ex Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente”, explicó Diverio a la diaria. El dirigente sindical también se refirió al momento complejo que vive la construcción. Según Diverio, el sector está en una “meseta”: “Estamos en 48.000 trabajadores ocupados, e históricamente el promedio fue de 35.000, aunque tuvimos picos de 70.000 que son históricos y que no es fácil repetir”. La clave pasa, sostuvo, por buscar alternativas para aquellas 20.000 personas que ya no están trabajando en el sector: “Es necesario apuntar a las compras públicas y estimular la inversión pública”. Según dijo durante su discurso, cerca de 8.000 trabajadores de la construcción perdieron sus puestos de trabajo por el recorte de inversiones en las empresas públicas: “700 de la regasificadora, 3.500 de la fibra óptica, 700 por un horno que está adquirido pero no se ha colocado en Paysandú, 2.000 de los tendidos de cable de la UTE y también de las obras de la OSE, en las que actualmente trabaja apenas 40%, porque están frenadas”.

Durante su discurso, Diverio no obvió la situación política coyuntural de la región y se refirió en particular a Venezuela, donde “se suma un triste personaje, para vergüenza de los uruguayos, que se llama Luis Almagro, quien en vez de ayudar, trata de acumular unas brasas más para tirar abajo este proceso”. La frase motivó el aplauso del público.

Por su parte, el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, anunció que si se implantan los correctivos anuales en los lineamientos del gobierno para los Consejos de Salarios “vamos a ir a un paro general total”. Luego agregó: “No nos sumamos al versito nabo de la derecha, que dice que somos el brazo sindical del FA. No lo fuimos, ni lo somos, ni lo seremos. Somos un movimiento sindical clasista, y parte de un bloque social y político que no queremos que se divorcie. Y para eso, [los del gobierno] no deben olvidarse de quién los llevó al lugar donde están”.