La Comisión Multi Institucional por la Seguridad del Personal de Atención Extrahospitalaria (Comsepae) se conformó en 2011, a partir de una convocatoria del Sindicato Médico del Uruguay (SMU) para implementar acciones ante agresiones al personal de salud que asiste en domicilios, básicamente del sector de emergencias móviles. Está integrada por el SMU, la Federación Uruguaya de la Salud, la Federación de Funcionarios de Salud Pública, la Cámara de Emergencias Médicas Móviles y la Administración de los Servicios de Salud del Estado. A partir del trabajo conjunto con el Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, y el Ministerio del Interior, la comisión elaboró un protocolo de seguridad en 2014. En diálogo con la diaria, Martín Odriozola, delegado del Sindicato Médico del Uruguay en la Comsepae, reseñó que el objetivo del protocolo es garantizar la asistencia, “poder ir siempre”. Detalló que “en condiciones normales se va a cualquier domicilio y en condiciones de riesgo para el personal se va si hay riesgo de vida real y con acompañamiento policial”; los llamados nocturnos de baja gravedad se difieren. Según Odriozola, el protocolo permitió “que pudiéramos sacar el cartel de ‘barrios rojos’” e ir a cualquier zona del Área Metropolitana.

La Comsepae está buscando “aclarar los términos” del protocolo para que lo suscriba el Ministerio del Interior (MI), que si bien ha dado respuesta en estos años, no lo firmó porque “era muy exigente en cuanto a la permanencia en el lugar de la asistencia”, dijo Odriozola. Por otra parte, la comisión está ampliando los colectivos que involucraba: “Hoy día estamos extendiendo nuevos protocolos para médicos de familia, estamos buscando armar protocolos para curación a domicilio, con personal de enfermería, y estamos extendiendo protocolos de inclemencia climática, que es otro factor de riesgo”, anunció.

Pero hay más novedades. Odriozola adelantó que la Comsepae va “a tomar una vieja iniciativa”: “Evaluar con los legisladores la posibilidad de incluir la figura de un agravante de determinadas situaciones cuando se agrede al personal que está cumpliendo funciones, poniendo en riesgo la vida de terceros. Es decir, no es una prerrogativa para que por ser médico o enfermero la ley te vea distinto, sino que se considere un agravante la imposibilidad de llegar a un domicilio en tiempo y forma, y que corra en riesgo la vida o se agrave a un tercero. De eso hay antecedentes en otros países, y eso es lo nuevo a incluir en las medidas que estábamos tomando”.

Martín Odriozola también insistió en que si una ambulancia debe concurrir a un sitio para atender un paro cardíaco, “tiene un tiempo útil de llegar”, y que “si en ese momento, aun yendo con la Policía se impide llegar al móvil y el paciente se agrava, que esas situaciones sean consideradas un agravante”. El delegado del Sindicato Médico del Uruguay expresó además que de implementarse estos agravantes constituirán “señales para la población para ayudar a restablecer códigos”, y que “sumado a la presencia policial, los días siguientes a los hechos delictivos son mensajes directos para la población: para la población habitual, trabajadora del barrio, de cómo poder estar protegida, y para la población que delinque en el barrio de que no es rentable, que es una complicación el hecho de que se considere un agravante”.

La comisión comenzará a tener contactos con los legisladores de todos los partidos políticos en las próximas semanas, pero la propuesta de agravamiento de las penas se discutirá primero entre las organizaciones que integran la Comsepae y luego se presentará a los parlamentarios para su estudio.