El torneo, el principal del fútbol femenino de la AUF, todavía no llegó a su apogeo, que se dará cuando los siete mejores equipos de esta primera fase se enfrenten en dos ruedas, todos contra todos. Entonces, con rivales de pareja calidad colectiva, se verá lo mejor.

Lo de este domingo fue una aproximación y tuvo un doble valor. En primer lugar, fue la primera vez que las dos casacas tradicionales en el fútbol masculino replicaban el clásico en un torneo de fútbol femenino en el que ambos equipos se han destacado. A ellos seguramente se deba agregar a Colón y posiblemente también a River Plate. Ambos equipos llegaban a este choque, por la novena fecha, sin haber perdido y sin haber recibido goles en sus arcos. En segundo lugar, las protagonistas del clásico fueron por un rato las heroínas de la pantalla deportiva, ya que el encuentro fue transmitido en directo.

Las que entraron a la cancha por Peñarol fueron Sofía Olivera; Pamela Blanco, Florencia Vicente, Daiana Farías y Verónica Leguelén; Denisse Dufau, Andrea Álvarez (37’ Shenifer Castro), Tamy Gares (46’ Laura Far) y Luciana Valdez (55’ Joselyn González); Stefanie Maciel (61’ Silvia González) y Lourdes Viana. Por Nacional entraron Fernanda Iglesias; Danae Millán, Romina Soravilla y Fernanda Landaco; Ximena Velazco, Sabrina Soravilla y Naiara Ferrari (63’ Federica Silvera); Keisy Silveira; Adriana Castillo, Nicole Ernaut (69’ Melisa Molina) y Lucía Cappelletti (89’ Valentina Morales).

Y movieron…

Hubo minutos de tanteo -del rival y de la cancha, en deplorable estado-, de cierta paridad, de algunas jugadas fuertes y de pocas intentonas punzantes. En la mejor chance para Nacional la pelota besó la red, pero antes dio en el horizontal y en su vuelta a la cancha la árbitra pitó dando por terminada la jugada antes del tiro de gol, que por ende ya no valía. A la media hora las aurinegras encontraron su momento de máxima felicidad. En un tiro de esquina provocado por un error defensivo, la pelota llegó alta al medio del área y saltaron la delantera central Stefanie Maciel y Daiana Farías, que en un doble cabezazo extraño confundieron a la golera Fernanda Iglesias. Al final, el gol correspondió a la defensa de 17 promisorios años.

Peñarol no tiene su punto fuerte en el medio juego, sino en la extrema defensa y en el ataque. El entrenador Daniel Pérez no estaba conforme con el rendimiento de su parte medular, y ya a los 36 minutos mandó la primera modificación, haciendo entrar a Shenifer Castro por Andrea Álvarez. Luego hubo otras.

Nacional dominó en el segundo tiempo, tuvo más agilidad en su desempeño colectivo y buena técnica en la mayoría de sus jugadoras. Producto de ello, la igualdad llegó rápido, a los 52. Keisy Silveyra, pequeña físicamente, hizo valer su picardía, viboreó, escapó de Far y, con el arco de frente pero a casi 30 metros, sacó un remate potente y justo que entró en un ángulo. El gran esfuerzo de Olivera, en su vuelo, fue inútil pero vistoso. “Fue el mejor gol que vi entre ayer y hoy”, dijo un hombre de Bella Vista que había estado en los cinco clásicos juveniles que se disputaron el fin de semana.

Después hubo varios intentos más de Nacional, que Peñarol resistió con éxito. Se destacaron un tiro libre de Ximena Velazco -que es más jugadora de lo que está mostrando- que dio en el horizontal y una entrada por la derecha de Federica Silvera que terminó en derechazo cruzado, pasó frente al arco y se perdió afuera por el otro lado del arco.

El final fue de abrazos, manos apretadas y besos entre participantes de ambos equipos. Como debe ser.

El próximo plato fuerte tendrá lugar dentro de dos fines de semana, cuando en la 11ª etapa se enfrenten Colón y Nacional. Otro aperitivo para la fase final, otro partido para la televisión.