Kuczynski, candidato por el partido Peruanos por el Kambio (PPK), sabe que está en desventaja con respecto a su rival y esta semana hizo todo lo que estuvo a su alcance para sumar respaldos. Su argumento principal ya no tiene que ver con sus planes de gobierno: él es la única alternativa al fujimorismo. La necesidad de frenar el acceso de una Fujimori al gobierno es, en algunos sectores, tan fuerte, que incluso la izquierda llamó a votar por el PPK, una organización política de derecha.

La líder del Frente Amplio de Perú y ex candidata presidencial Verónika Mendoza sorprendió cuando el lunes, en un video que fue divulgado por las redes sociales, pidió a los peruanos que el domingo voten por Kuczynski para “cerrar el paso” a Fujimori. La semana anterior, la plataforma de izquierda había iniciado una campaña para promover el voto en blanco o el anulado. Sin embargo, Mendoza explica en el video que “votar en blanco o viciado [anulado] favorece a Keiko en el escrutinio final”. También dice que poner la papeleta de Fujimori es elegir un “país de corrupción, drogas y violencia, donde mentir, matar y robar se vuelva normal”.

La líder izquierdista, que no pasó a la segunda vuelta por pocos puntos, dijo que Fujimori “está rodeada de gente procesada por corrupción y vínculos con el narcotráfico”, por lo que no tiene autoridad moral para combatir la delincuencia y el tráfico de drogas. A la vez, afirmó que cuando gobernó el padre de la candidata, Alberto Fujimori, preso por corrupción y violación de los derechos humanos, “no les importó esterilizar a miles de mujeres a la fuerza ni comprar a la prensa y a los congresistas para hacer lo que les daba la gana”.

Finalmente, la dirigente del Frente Amplio -que se convertirá en la primera fuerza opositora en el Parlamento- aseguró que su petición de voto por Kuczynski no significa que lo apoyará si llega al gobierno. El economista reaccionó enseguida: “Agradezco a Vero Mendoza por el respaldo a mi candidatura. Gracias por poner al país y la democracia por encima de todo. ¡Viva el Perú!”, escribió en su cuenta de Twitter. Keiko se limitó a decir, en una entrevista con Canal N, que le “llama la atención” que una dirigente “de izquierda” apoye a un candidato “de derecha”.

Kuczynski recibió esta semana otras adhesiones de agrupaciones y dirigentes políticos. Uno de ellos fue el ex candidato Julio Guzmán, que quedó fuera de la competencia en marzo porque según las autoridades electorales su partido no cumplió con las reglas internas para la elección del candidato. Guzmán también aclaró que apoya la candidatura del economista para evitar la victoria de Keiko, pero que no lo respaldará en un eventual gobierno. “Somos un voto que está en desacuerdo con el PPK, pero que en momentos históricos como este hace un llamado por defender principios que están mucho más allá de las personas”, dijo. El martes, la líder del Partido Popular Cristiano, Lourdes Flores -que fue candidata a vicepresidenta en la fórmula que encabezó el ex presidente Alan García en la primera vuelta-, dijo a la radio Programas del Perú que Kuczynski representa una opción “más atractiva” que Fujimori en el “espacio democrático”. La juventud del Partido Aprista Peruano también manifestó su preferencia por el economista y consideró que Fujimori “corrobora el mismo talante que envileció la patria en los 90”, en referencia al gobierno del padre de la candidata.

Además, Kuczynski logró las adhesiones de César Acuña, que abandonó la carrera tras ser acusado de entregar dinero a ciudadanos en el marco de su campaña, y del ex presidente Alejandro Toledo, cuyo partido, Perú Posible, acordó apoyar su “propuesta democrática” y puso a su disposición su logística, delegados y militantes, “sin ningún interés”.

También obtuvo el respaldo del partido Acción Popular y de los ex candidatos Hernando Guerra, de Solidaridad Nacional, y Gregorio Santos, del Movimiento de Afirmación Social. Este dirigente, que está preso por denuncias de corrupción, pidió el miércoles a sus seguidores que voten en blanco o anulado, a pesar de que unas horas antes su partido había dicho en un comunicado que “ante la encrucijada nacional de volver a la dictadura de los Fujimori o de continuar en la vida democrática” había decidido “cerrarle el paso a la candidatura nefasta y vergonzante Keiko Fujimori”.

El mismo rechazo manifestaron miles de personas que marcharon en Lima contra la candidata, convocadas por el colectivo Keiko No Va, integrado por organizaciones civiles, estudiantiles y sindicatos. Al menos unas 40.000 personas, según informó Reuters, se movilizaron con consignas como “Narco Estado no va” y “Fujimori nunca más”. En la movilización participaron los ex candidatos Mendoza y Guzmán. “Esta es una marcha totalmente pacífica que hacemos por amor a nuestra patria, porque queremos dejarles a nuestros hijos un futuro de paz”, dijo la líder del Frente Amplio antes de que finalizara la manifestación. Un rato antes, Keiko recordó que “hace cinco años” Kuczynski “respaldó” su candidatura y ahora “se suma a marchas llenas de insultos” en su contra, y agregó: “Me hubiese gustado que lo hagan a favor del señor Kuczynski y no en contra de una persona”. El candidato del PPK no asistió a la marcha, a pesar de que había anunciado que participaría. Dijo que apoya “los principios de la marcha” pero considera “antidemocrático” que sea él quien le pida a su rival que no se presente a las elecciones.

En las últimas semanas, Fujimori y Kuczynski firmaron compromisos con distintos sindicatos y organizaciones para sumar votos. Entre los que firmó el ex ministro se destacan los acuerdos con la Confederación General de Trabajadores, la Federación de Trabajadores de Construcción Civil y el Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación. Además, Kuczynski firmó un compromiso con el colectivo Keiko No Va, que incluye pactos en materia de desarrollo económico y social, sobre derechos laborales, y el objetivo de un país sin corrupción ni inseguridad ciudadana. Keiko, por su parte, estableció acuerdos con representantes de la minería informal y con la Coordinadora Cívica Pro Valores. En este último, rechazó la unión civil, la adopción de niños por personas del mismo sexo y el aborto.