A menos de 24 horas de haber declarado sobre su continuidad “me voy a tomar unas vacaciones para pensar, tengo seis meses más de contrato, veremos”, ayer la noticia corrió como reguero de pólvora y hoy, sobre las 12.00 y en el estadio Campeón del Siglo, será confirmada en conferencia de prensa por el mismo involucrado y por el presidente de Peñarol, Juan Pedro Damiani: Diego Forlán, luego de consagrarse campeón uruguayo, activará la cláusula de rescisión de contrato y dejará el club.

La conferencia de hoy también podría aclarar cuál será el futuro del jugador: si se marchará al club que le dio trascendencia internacional, Independiente de Avellaneda, equipo que dirigirá Gabriel Milito; si emigrará hacia Estados Unidos para jugar en la Major League Soccer, o si se retirará del fútbol definitivamente.

“Sería espectacular jugar en el equipo del que fui hincha toda la vida y en el que mi padre hizo historia”, dijo Forlán cuando fichó por Peñarol hace casi un año, en julio de 2015, luego de dejar Cerezo Osaka, de Japón. No sólo cumplió ese sueño, sino que además se consagró campeón en el único Campeonato Uruguayo que disputó.

Será historia. Forlán, de 37 años y quien en su momento fue premiado como el mejor futbolista del Mundial de Sudáfrica 2010, dejará al carbonero tras haber disputado 31 partidos -fue el que más partidos jugó junto a Gastón Guruceaga, aunque el arquero tuvo más minutos que el 10-, fue el goleador aurinegro con ocho goles entre Apertura y Clausura, y fue el que aportó más asistencias, 12.

Pese a que los números lo respaldan como uno de los mejores jugadores del campeón, Forlán vivió un año futbolístico bastante agitado. Bajo el mando de Pablo Bengoechea siempre fue titular y ganó el Torneo Apertura. Pero con Jorge da Silva, tras la mala campaña en la Libertadores y con un irregular Clausura, el delantero fue relegado en varios encuentros al banco de suplentes.