“Hemos llegado estas instituciones a un consenso en torno a un marco de directrices para el abordaje del tema drogas en el mundo del trabajo”, aseguró ayer al portal del PIT-CNT Cecilia Miller, responsable del Programa de Prevención de Consumo de Alcohol y Drogas en el Ámbito Laboral que desarrollan la Junta Nacional de Drogas (JND), la Universidad de la República (Udelar) y la central sindical, luego de un encuentro que se realizó ayer en la sede de esta organización y que se centró en el decreto de mayo de este año denominado “Procedimiento de actuación en materia de consumo de alcohol, cannabis y otras drogas en lugares y en ocasión del trabajo”. Participaron en la mesa de ponentes el presidente de la JND, Juan Andrés Roballo; el secretario general de ese organismo, Milton Romani; el coordinador de la Secretaría de Salud Laboral y Medio Ambiente del PIT-CNT, Walter Migliónico; el director del Instituto Cuesta Duarte, Milton Castellano, y Miller.

“Se debe tener en cuenta que la ley sobre la marihuana y de responsabilidad penal de las empresas puso en alerta a los empleadores. Ante esta situación se comenzó un trabajo profundo, en el cual participaron muchos técnicos especialistas de las organizaciones sociales y del gobierno. El resultado final fue la redacción del decreto 128. En esta instancia lo que estamos haciendo es explicar el alcance de este decreto y cómo se puede aplicar”, agregó Miller. Luego explicó que se establece “algo que no es nuevo y es que no se puede consumir durante el trabajo”, pero se “recogen soluciones a muchas prácticas de control equivocadas”. “A modo de ejemplo se puede señalar que las prácticas disciplinarias no solucionan el problema de salud, y terminan con la exclusión del trabajador. También hay prácticas y controles que invaden la vida privada del trabajador, ya que se hacen exámenes que son muy baratos, como el de la orina, y pueden delatar el consumo que se hizo mucho tiempo atrás. Si en tu casa realizaste un consumo recreativo, el empleador no tiene por qué saberlo. Por lo tanto, se trata de poner límites, con la finalidad de que se utilicen dispositivos que muestren que en ese momento se está bajo el efecto del consumo, como sucede cuando se hacen los controles en el tránsito. Se establecen garantías en el manejo de los informes, la garantía al tratamiento de salud y la garantía del trabajador de negarse a la prueba”, concluyó Miller.