En distintas ciudades alemanas se formaron cadenas humanas en respuesta a una convocatoria de partidos de izquierda y ecologistas, sindicatos, organizaciones civiles, grupos religiosos y colectivos de inmigrantes, bajo el lema “Manos unidas contra el racismo”. El objetivo de la convocatoria era sensibilizar a la población contra el racismo y la xenofobia, y a favor de la integración de los refugiados en la sociedad y en el mercado laboral del país.

La iniciativa empezó el sábado, cuando cerca de 4.000 participantes marcharon agarrados de la mano por la ciudad de Bochum, al oeste de Alemania, en un llamado a la solidaridad con los refugiados. Ayer miles de manifestantes extendieron la cadena en otras ciudades, con carteles y remeras que defendían que un país como Alemania tiene que ser capaz de compartir su riqueza y seguir recibiendo refugiados.

En Múnich más de 5.000 personas recorrieron albergues en los que se alojan inmigrantes, mezquitas, sinagogas y centros culturales interreligiosos. Hubo actividades similares en Leipzig y Hamburgo. Berlín fue la ciudad que reunió a más personas: los medios alemanes estiman que allí participaron unas 8.000.

Este llamado contra el racismo en Alemania se hace cuando el país se enfrenta a un avance de grupos ultranacionalistas que se vieron impulsados por la llegada de más de un millón de refugiados el año pasado. Esto también provocó el incremento de ataques a los albergues que los reciben y otras agresiones xenófobas.

La decisión de la canciller alemana, Angela Merkel, de abrir las puertas a los inmigrantes le generó múltiples críticas, incluso en su propio partido, y su gestión sufrió una pérdida de apoyo. En cambio, significó el empuje del partido xenófobo y euroescéptico Alternativa para Alemania, que, según los sondeos, podría convertirse en tercera fuerza nacional en las elecciones generales de 2017.

En paralelo

Mientras muchos se manifestaban en distintos rincones de Alemania a favor de la tolerancia y en defensa de los inmigrantes, ayer decenas de neonazis enmascarados marchaban en la ciudad de Bremen “contra los movimientos antifascistas”, según reportó la agencia de noticias Efe. La Policía de Bremen informó que la marcha terminó con 43 manifestantes arrestados temporalmente por provocar con insultos a estudiantes de la universidad de la ciudad. El informe policial señala además que los neonazis tenían antorchas, lanzaron “objetos pirotécnicos” y repartían panfletos con lemas que insultaban a los movimientos antifascistas.

Varios testigos vincularon a los manifestantes con una organización local afín al grupo de ultraderecha Pegida (Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente), que el año pasado convocó a actos similares en rechazo a la entrada de musulmanes en Alemania.

El fin de semana también se vio empañado por el ataque ayer, en Berlín, contra una adolescente musulmana de 13 años en una estación de metro. Según partes policiales citados por la agencia Télam, una mujer acusó a la joven de detener una escalera mecánica, le arrancó el velo con el que se cubría la cabeza y abandonó el lugar. La Policía investiga lo que calificó de “acto de xenofobia”.