La novela It (“eso”), publicada en 1986, es una de las obras más desmesuradas del estadounidense Stephen King y una de las más apreciadas por sus fans. El extensísimo libro trata sobre una entidad sobrenatural y maligna (¿de qué otra índole podía ser, tratándose de King?) que periódicamente emerge en una pequeña ciudad para desmembrar a algunos de sus niños, atrayéndolos con la apariencia de un payaso llamado Pennywise (con independencia de sus méritos literarios, la novela tuvo el efecto inesperado de lograr que más de una generación relacionara la imagen de un payaso con sus peores miedos). Fue un best seller, y no menos exitosa resultó su adaptación, en 1990, como una miniserie televisiva que aterró a decenas de miles de jóvenes impresionables, le dio una imagen definitiva a Pennywise -interpretado en forma particularmente siniestra por Tim Curry- y fue exhibida -en forma bastante abreviada- como película en Uruguay.

Más de un cuarto de siglo después, It regresa a la pantalla, en la forma de una película dirigida por el argentino Andrés Muschietti, convertido en uno de los nombres promisorios del cine de horror mundial por su película Mamá (España-Canadá, 2013, con Guillermo del Toro como productor ejecutivo). Los productores adelantaron que el film será fiel al libro (y por lo tanto también a la miniserie, que lo adaptaba en forma muy literal), lo cual debe de ser todo un problema, teniendo en cuenta que la edición en inglés de la obra tiene nada menos que 1.138 páginas. Pero también han dejado claro que las acciones habrán cambiado de época, y que en vez de desarrollarse primero en los años 50 y luego en los 80, como planteaba King, ahora ocurrirán primero en los 80 y luego en la actualidad.

En todo caso, lo que más intrigaba era quién iba a interpretar al temible payaso, especialmente porque su estampa quedó muy asociada a la memorable versión de Curry. El elegido es el joven sueco Bill Skarsgård, a quien se ha podido ver desde 2013 en la serie (también de terror y suspenso) Hemlock Grove, de Netflix, y que este año integró el elenco de la tercera película de la saga Divergente. Skarsgård prometió encarnar a un payaso aun más tétrico que el de la miniserie de 1990, y de paso traumar a una nueva generación.