La Universidad de la República (Udelar) y la Administración Nacional de la Educación Pública (ANEP) han manifestado, con distintos matices, que de aprobarse el proyecto de ley de Rendición de Cuentas tal como fue enviado por el Poder Ejecutivo, sus metas se verán afectadas, y, en el caso de la Udelar, no se podrá cumplir con acuerdos salariales firmados. Otra institución educativa que ve afectado su presupuesto por la Rendición es la Universidad Tecnológica (Utec), de manera mucho mayor y, en términos relativos. Un consejero de la Utec, Pablo Chilibroste, estimó que la eliminación del incremento presupuestal para 2017 afecta a la ANEP en 2% de su presupuesto y a la Udelar en 5%, pero para la Utec, una institución que tiene tres años y medio de existencia, eliminar 100 millones de pesos le implica 26% de su presupuesto (de 384.609.000 pesos). El Consejo Directivo Central de la Utec concurrió el jueves 14 a manifestar su opinión en la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda de la Cámara de Diputados.

Chilibroste dijo a la diaria que si se aprueba la Rendición en 2017 “no afectaría la apertura de nuevas carreras; sólo pondríamos en discusión una sobre seis nuevas carreras”. Tampoco afectaría los cupos y la matrícula, pero sí algunas inversiones previstas para equipamiento y para la instalación de cargos docentes de alta dedicación, para la conformación de equipos de investigación. “Si quedara localizado ahí [el recorte], no parece dramático; no es lo deseable pero no cambia el rumbo”, opinó. No obstante, alertó sobre lo que podría pasar en caso que este recorte se mantenga en el tiempo. “Si nos presentaran esta idea como una medida puntual, diría que Utec podría hacer una reingeniería, en la medida en que no se afecte la cantidad de carreras, el relacionamiento con el sector productivo y el social, y el ingreso de matrículas. Sin embargo, si los efectos se trasladan a 2018 y a 2019 y no se cumple lo proyectado, se estaría pegando en el corazón del proyecto [...] en ese caso, ya no se trataría de demorar las inversiones en infraestructura o la instalación de algunos docentes, sino que las carreras que están comenzando hoy, de cinco años, quedaran por la mitad, o que la formación de tecnólogos, que queremos llevarla a ingenieros, también quedara por la mitad, faltando a la misión central de esta universidad, que es la formación de recursos humanos a nivel terciario y universitario en el interior”, manifestó Chilibroste.

Si bien el gobierno no aprobó el Presupuesto para 2018 y 2019, el consejero dijo que en 2015, cuando se discutió la asignación de recursos, “planteamos esto con absoluta claridad: si no había una decisión fuerte de darle soporte, era mejor no comenzarlo. Quedó sobreentendido, y sobre esa base estructuramos el presupuesto. Si ese dinero no está, el proyecto se quiebra”, advirtió Chilibroste, quien aclaró que se trata de su opinión, ya que la institución no se pronunció formalmente. “Entendemos la situación de ajuste, pero también mantenemos nuestro discurso original, porque el proyecto Utec tiene sentido si se le da soporte; si no, puede terminar siendo una inversión de dudoso retorno”, concluyó. En comisión, el consejero explicó las implicancias del recorte: “La Utec es una institución en crecimiento, sería congelarla en un nivel de desarrollo que puede ser no deseable para nadie; son decisiones duras, y de tomarlas pueden afectar el desarrollo del proyecto o su implantación, pero es mucho más sensato tomarlas en forma temprana y terminante que irlas tomando en el tiempo, al costo que sea, porque el costo puede llegar a ser muy alto”.

En comisión, la Utec informó que la ejecución presupuestal en 2015 fue de 100%, y que incluso se contó con 24 millones de pesos más recibidos por donaciones, por lo que se ejecutaron 408 millones de pesos. Actualmente tiene seis carreras abiertas en cinco puntos del interior del país.