La visita de los clásicos rivales gallegos inevitablemente recuerda las numerosas ocasiones en las que Nacional y Peñarol fueron a disputar a La Coruña el tradicional Trofeo Teresa Herrera, que se disputa en el verano español desde 1946.

En este caso, será a la inversa, y los rivales gallegos que comenzaron a enfrentarse allá por 1929 reeditarán el clásico en Uruguay, que durante décadas recibió grandes oleadas de inmigrantes españoles, muchos de ellos gallegos. O noso derbi, como le llaman en Galicia al clásico, tiene una larga historia y una paridad pocas veces vista en los clásicos del mundo. Se enfrentaron 66 veces en Primera División; 44 ocasiones en Segunda División y dos veces en Segunda B -Tercera División-.

El historial marca que Celta se quedó con 43 triunfos y Deportivo con 42, mientras que empataron en 26 ocasiones.

Súper Depor

“Un derby siempre es especial, somos dos equipos gallegos y para mí siempre es especial jugar, sea en Galicia o en otro lado”, dijo Pedro Mosquera, mediocampista del club coruñés en la previa al duelo de esta tarde. El equipo albiazul coruñés es dirigido técnicamente por el vasco Gaizka Garitano, y en estos días en Montevideo, al igual que Celta, ha entrenado en el Complejo Uruguay Celeste.

El Real Club Deportivo La Coruña nació el 8 de diciembre de 1906 con el nombre Club Deportivo de la Sala Calvet, y su hito histórico es el campeonato que logró en la temporada 1999-2000 de la Liga Española, con el recordado equipo que luego jugaría la Champions League con la presencia del uruguayo Walter Rifle Pandiani en sus filas; llegó a los cuartos de final de ese torneo europeo.

El equipo que consiguió ese único título español en Primera División tenía valores como Manuel Pablo, Donato, Mauro Silva, Fran, Djalminha y Roy Makaay. Con los triunfos volvió el apodo que nació a principios de los 90 -Superdépor- cuando el club logró su primera Copa del Rey, en 1995, trofeo del que volvería a adueñarse en 2002 tras derrotar a Real Madrid 2-1 en el Santiago Bernabéu. Muchos uruguayos se han puesto la pilcha blanquiazul a lo largo de la historia. Al ya mencionado Pandiani se le suman Dagoberto Moll, entre 1949 y 1954 y en 1958 y 1959; Eduardo Acevedo, entre 1986 y 1987; Martín Lasarte, entre 1989 y 1992; Avelino Viña, en 1989 y 1990; el Loco *Sebastián Abreu, que llegó para la temporada 1997-1998 y en los años 2000 compartió plantel con el *Rifle; el Manteca Sergio Martínez, entre 1998 y 1999; Gustavo Munúa, que atajó en el equipo de Riazor entre 2003 y 2009; Fabián Lolo Estoyanoff, que jugó entre 2006 y 2007; Sebastián Taborda (2009); Jonathan Urretaviscaya (2010); Diego Ifrán (2014) y el *Cabecita *Jonathan Rodríguez, que llegó en 2015 y estuvo hasta hace un par de meses.

Afouteza e corazón

El Real Club Celta de Vigo fue fundado en 1923 luego de la fusión de dos clubes: Vigo Sporting y Real Fortuna. “Afouteza e corazón” es el lema de la nueva campaña de socios que lanzó Celta para el comienzo de la temporada futbolera en España. Ese verso es sinónimo de “valentía” y suena en el estadio Balaídos cada vez que los celtiñas cantan el himno: “Ala Celta a demostrar, por historia e tradición, que o teu lema é nobre xogo, afouteza e corazón”.

Como el Depor, Celta también contó con varios orientales en su plantilla. El que le abrió la puerta a los futbolistas uruguayos fue Julio Outerelo, que jugó en la temporada 1954-1955, aunque sólo pisó la cancha en dos ocasiones. Dagoberto Moll, que ya se había puesto la camiseta del Depor, decidió cambiar de aire, y entre 1957 y 1958 viajó de La Coruña a Vigo para ponerse la celeste. Luis Aguerre y Juan Aparicio tuvieron un muy buen pasaje por Celta y jugaron entre 1973 y 1976; Richard Camera pasó de Fénix a Celta y jugó cinco partidos entre 1976 y 1977; Juan Carlos Contreras, procedente de Huracán Buceo, llegó a Vigo y entre 1984 y 1986 disputó 38 partidos y marcó ocho goles. Los pases más recientes de uruguayos a Celta son los de Fabián Canobbio, que tuvo un buen desempeño, entre 2004 y 2008; el Canario Pablo García, que llegó desde Real Madrid cedido a préstamo y jugó entre 2006 y 2007; y el Pelado Fernando Fajardo, que militó entre 2008 y 2009 (24 partidos y un gol).

No es la primera vez

En el siglo XXI hay dos antecedentes de visitas de equipos españoles a Uruguay.

La primera fue en 2013, en el marco de la Copa Euroamericana. En esa edición, Atlético de Madrid vino al estadio Centenario y derrotó a Nacional 2-0. El año pasado, en agosto de 2015, Málaga pisó el Centenario y le ganó a Peñarol 3-1.

Para buscar otra visita de equipos españoles a Montevideo hay que retrotraerse hasta el 25 de agosto de 1993. Ese día, de mañana, se disputó en el estadio Centenario el Trofeo Independencia de Uruguay entre Nacional y Real Madrid, encuentro que finalizó 2-2, siendo la última visita del equipo merengue a Montevideo. Para los españoles marcaron Fernando Hierro y Alfonso Pérez, mientras que para los albos los goles los hicieron Antonio Minguta y el misionero Antonio Vidal González. Nacional formó ese día con Jorge Seré; Juan Larre, Felipe Revelez, Enrique Saravia y José García; Ruben Pereira, Edison Suárez, Minguta y Yubert Lemos; y Vidal González y Julio Morales. Los merengues salieron a la cancha con Pedro Jaro en el arco; Rafael Alkorta, Luis Enrique, Manuel Sanchís y Nando Muñoz; Hierro, Michel, Robert Prosinecki y Rafael Vázquez; y Alfonso y Peter Dubovsky.

Pero la historia de enfrentamientos entre españoles y uruguayos en Montevideo comenzó a principios del siglo XX, y seguramente uno de los hitos en este rubro fue la llegada de Espanyol de Barcelona. En 1926, con su arquero -Ricardo Divino Zamora- como gran figura, el equipo albiazul de la ciudad condal enfrentó a los grandes. Primero le ganó 1-0 a Nacional en el Parque Central y luego, en el mismo escenario, los aurinegros ganaron 1-0 con gol anotado por José Antonio Piendibene. Dos años después, en 1928, fue Barcelona el que llegó a Montevideo para jugar dos encuentros: empató 1-1 con Peñarol y perdió 3-0 con Nacional.

En 1962 se reeditaría el match entre catalanes y aurinegros, con idéntico resultado. Cuatro años después, pero de manera oficial, llegaría al estadio Centenario Real Madrid para enfrentar a Peñarol en la final de ida de la Copa Intercontinental, ante 58.324 espectadores. Los goles del ecuatoriano Alberto Spencer le dieron el triunfo 2-0 a Peñarol, que luego viajaría a Madrid para jugar el partido de vuelta en el Santiago Bernabéu, donde conseguiría su segundo título mundial al derrotar nuevamente a los merengues 2-0 con anotaciones de Pedro Virgilio Rocha y Spencer. Esa final había tenido un antecedente, seis años antes, en 1960, cuando se disputó la primera Copa Intercontinental de Clubes entre el campeón de América y el de Europa.

El 3 de julio de 1960, con récord de entradas vendidas en el Centenario -71.872- Peñarol y Real Madrid empataron 0-0. En la vuelta los españoles golearon a los uruguayos 5-1 y se quedaron con ese primer trofeo.

A ponerse

En los locales Redpagos de todo el país se pueden conseguir las entradas para los partidos de Nacional y Peñarol ante Celta y Deportivo, respectivamente. Para el partido del sábado las generales para las tribunas Abdón Porte y Héctor Scarone cuestan $ 400 y los socios tricolores pagarán $ 300; en la tribuna Atilio García, los precios son de $ 450 y $ 350; y en la tribuna José María Delgado, $ 500 y $ 400. El domingo los hinchas carboneros pagarán $ 400 las generales y $ 300 las localidades de socios en las tribunas Washington Cataldi y Cr. Gastón Güelfi; la José Pedro Damiani costará $ 450 y $ 350; y la tribuna Frank Henderson, $ 500 y $ 400.