Más de tres cuartas partes de los recursos hídricos del continente son compartidas por dos o más países: un buen argumento a favor de la integración sudamericana. El ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori -invitado a comentar el programa-, resaltó la “importancia fundamental” de las hidrovías en las circunstancias actuales de “volatilidad e incertidumbre”. “Hoy, más que nunca, [hay que] acumular fuerzas, experiencias e historias compartidas en la integración”, afirmó, y sugirió “empezar por una clave subregional”.

No obstante, dijo que “esto jamás puede convertirse en una especie de estación terminal”, sino que debe oficiar de “plataforma de lanzamiento para encarar experiencias mucho más ambiciosas”. “La escala subregional debe dar paso a las búsquedas, para -desde ellas- intentar nuevos acuerdos, más allá de las regiones que integramos con bloques ya constituidos en otros lados del mundo, con países abiertos y compartiendo esta estrategia, incluso con los megaacuerdos a los cuales está tendiendo el universo”, agregó.

“El que siga creyendo que se compite con tipos de cambio altos y salarios bajos está equivocado”, afirmó; “hoy se compite con conocimiento, calidad, productividad, eficiencia e innovación, y lamentablemente en la región estamos muy atrasados en la capacidad humana y física”.

Astori consideró que, de mejorar sus hidrovías, Uruguay obtendría cinco “grandes ventajas”: la oportunidad de abrir emprendimientos multinacionales en la materia, multiplicar la competitividad -pensando solamente en los costos de transporte-, impulsar polos específicos de desarrollo en los lugares donde estén localizadas las hidrovías, oportunidades para la industria naval en particular, y para las condiciones de inversión y desarrollo en general.

El ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, en tanto, resaltó lo oportuno de “la tarea que propone el programa”, más en un momento como el actual, “de buen relacionamiento entre los actores que integran el comité ejecutivo”. El secretario de Estado afirmó que por este motivo en los últimos meses hubo “avances muy importantes” en torno a la hidrovía del río Uruguay.

Las conclusiones más relevantes del estudio, que fue presentado en el hotel Sofitel de Carrasco, refieren a las necesidades de mejoras de puertos, infraestructuras y conectividad, la identificación de proyectos integrales de inversión y el fortalecimiento de la producción y del comercio intra y extrarregional.

Se destaca que hay fuertes debilidades institucionales y normativas para el uso de las hidrovías, entre las que se mencionan las pobres condiciones de navegabilidad y de desarrollo tecnológico y empresarial. También se dice que en la mayoría de las hidrovías no se aplican o no se toman en cuenta los acuerdos y normas que las rigen. En cuanto a aspectos físicos, urge la ejecución de varios proyectos “a veces largamente analizados y frecuentemente postergados” de dragado, señalización y ayudas a la navegación, así como mejor conectividad, la conformación de nodos bi o multimodales de transporte y la implementación de plataformas logísticas.

Por otro lado, el programa prevé la conformación de un Sistema de Información Empresarial Integral que permita conocer y difundir los avances y mejores prácticas que la industria naval presenta a escala mundial. Asimismo se apunta a promover los programas de capacitación no solamente para el personal de navegación, sino también para el personal en tierra.

“Esta instancia es oportuna, porque la hidrovía es un camino que tenemos pendiente en la región”, consideró Rossi. “Soñamos con un futuro vinculado al fortalecimiento de esa integración regional de la cual tanto se habla y poco se hace, pero que resulta imprescindible e insustituible para el crecimiento económico y la mejora de las condiciones de vida”, agregó.

La tierra del agua

Los objetivos generales del programa comprenden la adopción de acciones necesarias para que las hidrovías operen los 365 días del año y las 24 horas del día, con una profundidad mínima asegurada; el diseño, adopción y consolidación de un modelo propio para el transporte hidroviario bajo una óptica multimodal, y medidas o acuerdos para facilitar la navegación, los tránsitos y transbordos, enmarcados dentro del concepto de facilitación del movimiento de personas, del comercio exterior y su logística.

En una primera etapa, las actividades se centrarán en cuatro hidrovías: la de los ríos Paraguay y Paraná; la del río Uruguay; el curso fluvial de las lagunas Merín y de los Patos, llamado hidrovía Uruguay-Brasil, y la del río Magdalena.

En el caso de la Hidrovía del Río Uruguay, se insta a la construcción de la esclusa San Antonio, al dragado del río en sus dos tramos, a instalar un nuevo puerto en Barranca de los Loros, un puente que una Monte Caseros con Bella Unión, a mejorar la calidad de aguas y medioambiente y a realizar también el dragado y señalización del Río de la Plata.

En cuanto a la Hidrovía Uruguay-Brasil, hay múltiples y diversas tareas planteadas, entre las que se destacan la adecuación del corredor Río Branco-Montevideo-Colonia-Nueva Palmira, el paso de frontera en el corredor Montevideo-Chuy, el dragado de la laguna Merín, la rehabilitación del ramal ferroviario Montevideo-Río Branco y la construcción de una terminal portuaria en La Charqueada y en el puerto de Río Branco.