Susana Malcorra: El presidente Mauricio Macri quiere impulsar nuevas alternativas de integración comercial, como la Alianza del Pacífico.

Rodolfo Nin Novoa: Me alegra ver que nuestros países están nuevamente en sintonía. Creo que una de las claves para lograrlo es que hemos sido capaces de desideologizar las relaciones internacionales.

Susana Malcorra: Totalmente de acuerdo. Por supuesto que apostar a esta alianza no implica que el Mercosur vaya a sufrir una desbandada.

Rodolfo Nin Novoa: Momento, ¿no habíamos quedado en que íbamos a dejar la ideología fuera de la mesa?

Susana Malcorra: Sí, claro, pero el Mercosur es un acuerdo comercial.

Rodolfo Nin Novoa: Señora canciller, me duele ver que desde la hermana República Federal Argentina se haya retomado el camino de las provocaciones y los agravios. Me voy a retirar a mi oficina; tengo que llamar a consulta a nuestro embajador en Buenos Aires.

Susana Malcorra: Rodolfo, no te pongas así; no podemos estar peleándonos en ese momento. El precio de la soja está cada vez más bajo, los pasajes a Suiza y Miami cada vez más caros, y conseguir criadas bolivianas que no sean impertinentes es casi imposible. ¿No te das cuenta de que si esto sigue así la gente bien se va a tener que ir a vivir a una villa miseria? Acordate de todos los atardeceres que compartimos en Casapueblo. A propósito, la última vez tenías puesto un traje color lino y una camisa salmón pálido que te quedaban espléndidos.

Alfredo Etchegaray: Los lazos que unen a Argentina y Uruguay tienen que reforzarse permanentemente, y Punta del Este es el lugar ideal para ello. Las playas, la gente, el glamour. ¿Firmamos ese borrador de adhesión a la Alianza del Pacífico?

Rodolfo Nin Novoa: Pero claro, Alfredito. Yo sabía que si te teníamos como mediador, esta reunión iba a ser provechosa. Perdón por lo que te dije, Susana. Estás más regia que nunca.