En la edición del jueves 21, Marcelo Pereira realizó una valoración del libro El general. Biografía de Líber Seregni.

No corresponde a uno de los autores juzgar la muy respetable opinión general del crítico sobre este trabajo.

Me parece, sí, pertinente comentar dos casos concretos que guardan relación con la profesión periodística. Como sostiene Pereira, el tratamiento que dimos, con Valeria Conteris, a la manipulación de la votación del congreso de 1994 que creó el Encuentro Progresista y al documento elaborado por Seregni sobre los desaparecidos pudo ser más amplio y, lógicamente, con más tiempo habrían aparecido más datos.

Sin embargo, y en eso tampoco es bueno confundir tocino con velocidad, aun con más tiempo se habría presentado el problema principal: cumplir con el pedido de reserva de las fuentes. Las dos “noticias” mencionadas fueron chequeadas durante semanas y recién luego publicadas. Como hacemos los periodistas en casos tan delicados como estos.