Renunció al gobierno de la ciudad de Buenos Aires el hasta ahora ministro de Cultura, Darío Lopérfido. Según los medios argentinos, Lopérfido renunció, a siete meses de asumir el cargo, porque estaba cansado de protagonizar polémicas.

Poco después de asumir, Lopérfido había asegurado que “en Argentina no hubo 30.000 desa- parecidos” durante la última dictadura cívico-militar, declaraciones que fueron desautorizadas incluso por el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y que llevaron a que varias organizaciones vinculadas a los derechos humanos lo declararan persona no grata.

En otra tanda de declaraciones polémicas, Lopérfido dijo que los gobiernos de Cristina Fernández y Néstor Kirchner habían “comprado voluntades” para que los artistas los respaldaran. También aseguró que en esos gobiernos se cometió “el mayor fraude de la historia audiovisual argentina” porque las productoras hicieron “negocios fenomenales” con dinero del Estado. “Se hicieron un montón de telenovelas y series que no se vieron”, aseguró. También fue crítico con la cantidad de dinero invertido en producción nacional en relación a la calidad de los productos obtenidos, a los que consideraba pobres.

Lopérfido fue sumando rechazos. Varias organizaciones de trabajadores de la cultura empezaron a negrse a trabajar con él. El viernes le hicieron un escrache en una presentación de teatro, evento clave para que se terminara de decidir que debía renunciar.