La frase que titula esta nota posiblemente no le diga nada a la gran mayoría de los lectores, pero para otros es algo tan evidente y poderoso como el “que la fuerza te acompañe” lo es para los seguidores de Star Wars o el “¡decí algo de izquierda!” para los amantes de Nanni Moretti y el cine italiano. Es parte de una de las escenas cruciales de The Warriors, una película dirigida por Walter Hill en 1979 que originalmente fue vista solamente como un producto violento más, que explotaba el miedo de la época hacia las pandillas de jóvenes delincuentes, y recibió malas críticas por su supuesta frialdad y espectacularidad vacía. Pero, con el tiempo, miles de cinéfilos han revalorizado aquel film que narraba la historia de los Warriors (guerreros), un pequeño grupo de pandilleros de Coney Island (en el extremo sureste de Brooklyn), que, luego de una reunión de pandillas similares en el Bronx, que termina en forma violenta, tienen que atravesar toda una Nueva York llena de grupos hostiles y policías para llegar al refugio de su barrio. La historia estaba basada muy libremente en una novela de 1965 de Sol Yurick, que a su vez había adaptado con no menos libertad la Anábasis de Jenofonte, es decir, la gesta de diez mil mercenarios griegos que, tras la derrota del ejército que habían integrado y desprovistos de jefes, atravesaron cientos de kilómetros de territorio enemigo hasta llegar a su hogar. La novela de Yurick -muy distinta de la película- tomaba este concepto para contar en forma más o menos realista el trayecto de unos pandilleros extraviados cruzando la Gran Manzana, pero la película de Hill aprovechaba la histeria de una ciudad que por aquel entonces vivía un pico de criminalidad para mostrarla como un territorio casi posapocalíptico, repleto de delincuentes juveniles ataviados de las formas más estrambóticas.

Pocas películas corresponden mejor al concepto de “objeto de culto” que The Warriors, ya que no sólo ha sido reivindicada como un producto de consumo especializado, sino que varias generaciones sucesivas la han redescubierto como un gran film épico, con una estética formidable, de firme narrativa y con un contenido social que en su momento pasó inadvertido. Cinéfilos que no habían nacido en el momento de su estreno la han convertido en un pequeño clásico, que ha inspirado videojuegos, cómics y numerosos homenajes en canción, culminando el año pasado con una gran reunión de sus protagonistas en una fiesta realizada, como no podía ser de otra forma, en Coney Island. En la década pasada fue relanzada en nuevas “versiones del director”, que incluían algunas escenas extras y algunas secuencias en formato de cómic.

Esta renovada atención tenía que terminar inevitablemente, en este tiempo de refritos, en la forma de un proyecto de remake, que parece venir por partida doble.

Por un lado, Tony Scott estuvo hablando durante los últimos años de su vida acerca de su intención de volver a filmar la película, adaptándola a nuestros días, pero ese cineasta se suicidó en 2012. Luego Mark Neveldine (Crank) anunció que le interesaba retomar ese proyecto, adaptándolo a sus gustos y convirtiéndolo en un homenaje cinéfilo a otros directores como Quentin Tarantino y Robert Rodríguez, pero señaló también que su idea estaba en “el infierno de los derechos”, aludiendo a complicaciones relacionadas con la propiedad del guion original y de la novela. Mucho más encaminado, en cambio, está un proyecto de convertir a The Warriors en un telefilm producido por Paramount Pictures. El asunto no sonaría muy auspicioso si no fuera porque los impulsores de la iniciativa y sus productores son los hermanos Anthony y Joe Russo, quienes, luego de haber dirigido la reciente y exitosísima Capitán América: Guerra Civil, se han convertido en el dúo más requerido en Hollywood. Los Russo no se harían cargo de la dirección, ya que actualmente se encuentran preparando las dos próximas entregas de Los Vengadores, además de una comedia televisiva sobre cultivadores de marihuana, pero la sola mención de su nombre ya aseguró la atención de la plataforma Hulu, que ofrece en internet, para público estadounidense y japonés, una selección de películas, series de televisión y otros productos audiovisuales de distintos orígenes.