Pablo Goncálvez estuvo encerrado 23 años, cuatro meses y tres días, y redimió seis años, siete meses y 27 días por trabajo y estudio, amparado en la Ley Nº 17.897. Cumplió su pena, pero el Poder Judicial consideró necesario avisar en su página web, tres días antes, que el jueves 23 obtendría la libertad. El anuncio disparó innumerables artículos periodísticos y provocó reacciones en la sociedad, incluyendo al sector político. El mismo día en que Goncálvez salió de prisión, el senador colorado Germán Coutinho presentó un proyecto de ley para “vigilar” por cinco años al liberado que cometió delitos graves. El senador dijo a Montevideo Portal que entre los “perfiles” similares a los de Goncálvez, “hay un nivel de reincidencia mayor que la media, y que cuanto más larga es la condena, mayor la posibilidad de reincidir [...] Sale y no hay nadie que diga que está rehabilitado”.

Ayer ingresó a la cámara un proyecto de ley del diputado del Partido Nacional Gonzalo Novales (Alianza Nacional) que propone que los reclusos que cometieron delitos graves o son “reincidentes” no puedan redimir pena. Consultado por la diaria, el diputado Novales explicó que “parte de la base” de que las cárceles “no rehabilitan” y, por ende, propone que estas personas pasen más tiempo presas. Afirmó, a su vez, que “no hay un estricto control sobre las horas de estudio y trabajo” y que eso, sumado a “la reincidencia de 70%”, refleja que “las cárceles no están reeducando a nadie”. En ese sentido, el legislador agregó que “Goncálvez salió siete años antes”, y por eso plantea “que no sea posible aplicar la redención de pena”. Novales también trajo a colación “opiniones de psiquiatras que analizaron el tema y dicen que es posible que la gente como Goncálvez vuelva a delinquir”. Él los vio en la televisión y en los diarios.