La cancillería de Brasil citó ayer en consulta al embajador de Uruguay en ese país, Carlos Amorín, y le expresó su “profundo descontento” con las declaraciones formuladas por el canciller Rodolfo Nin Novoa la semana pasada ante la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes. Nin confesó en ese ámbito que a la cancillería uruguaya no le “gustó mucho” que el canciller brasileño José Serra “viniera a Uruguay a decirnos que venían con la pretensión de que se suspendiera el traspaso [de la presidencia del Mercosur a Venezuela] y que, además, si se suspendía, nos iban a llevar en sus negociaciones con otros países, como queriendo comprar el voto de Uruguay”. “A mí eso me molestó bastante y le molestó mucho al presidente también”, afirmó Nin.

Ayer a media tarde, la agencia de noticias Reuters informó sobre la convocatoria al embajador uruguayo, citando fuentes de la cancillería de Brasil. Más tarde, la confirmación fue oficial. La cancillería de Brasil emitió un comunicado en el que expresó su “profundo descontento y sorpresa” por las declaraciones de Nin. “El gobierno brasileño ha buscado, de manera constructiva, una solución para el impasse en torno a la presidencia pro témpore del Mercosur. La visita del ministro José Serra a Uruguay, el día 5 de julio, se realizó con ese propósito. A Brasil le interesa un Mercosur fortalecido y activo, con una presidencia pro témpore que cumpla con los requisitos jurídicos mínimos para su ejercicio y que sea capaz de liderar el proceso de profundización y modernización de la integración”, señaló el gobierno de Michel Temer.

El comunicado agrega que en la reunión que mantuvo Serra con Nin y con el presidente Tabaré Vázquez, se habló de profundizar las relaciones entre ambos países y de la posibilidad de que Brasil y Uruguay exploren conjuntamente terceros mercados. “Brasil considera a Uruguay un socio estratégico”, apunta el texto. Concluye que las declaraciones de Nin son “incompatibles con la excelencia de las relaciones entre Brasil y Uruguay”.

Qué te voy a decir

En este contexto complejo, Nin Novoa recibirá hoy a las 16.30 a una delegación de la mesa directiva del Parlamento del Mercosur (Parlasur), para conversar sobre la situación del bloque regional. En su última sesión, el viernes en Montevideo, el Parlasur resolvió crear un Grupo de Alto Nivel (GAN) para buscar soluciones a la crisis en la que está sumido el Mercosur. Para ello procurará reunirse con los cancilleres de todos los países. El diputado frenteamplista Daniel Caggiani, vicepresidente del Parlasur, explicó que el GAN considera que la decisión de ejercer la presidencia pro témpore no puede ser por mayoría sino por consenso, y que tiene que haber un gesto político de los actores de la región.

Mientras tanto, ayer la cancillería venezolana emitió un comunicado en el que rechaza “categóricamente las maniobras y falsarias antijurídicas de los gobiernos de Argentina, Paraguay e interino de Brasil, la Triple Alianza, que pretenden vender la infame especie sobre el incumplimiento de Venezuela en los compromisos asumidos en el Protocolo de Adhesión al Mercosur, firmado el 4 de julio de 2006 y entrado en vigor hace apenas cuatro años”. “Venezuela, en este corto tiempo, no sólo ha incorporado gran parte del compendio normativo del Mercosur a su fuero interno, sino que ha incluso igualado, y en la mayoría de los casos superado, a Estados Partes, que estando desde el inicio de la fundación de Mercosur, no han internalizado todo su acervo normativo”, agrega el comunicado. Cuestiona la “persistencia” de los gobiernos mencionados, “caracterizados por el golpismo, extremismo e intolerancia”, en “vulnerar los tratados constitutivos de Mercosur, haciendo prevaler sus preferencias políticas e ideológicas neoliberales sobre los genuinos intereses de los pueblos y su integración”.

La semana pasada ante la comisión, Nin Novoa informó que Venezuela incorporó 1.022 de 1.563 normas. Por otra parte, Venezuela informó que tiene dificultades para la incorporación de 109 normas por motivos constitucionales. De las 541 normas que Venezuela aún no ha incorporado, 339 ya están vigentes en los restantes países del bloque y 202 están en proceso de incorporación. “O sea que todos tenemos materia pendiente en este tema. Entonces, Uruguay entiende que no se puede aplicar una sanción, estirando una normativa como quien estira un chicle”, argumentó Nin.

Solidaridad desde Brasil

Algunos sectores políticos en Brasil cuestionaron al gobierno de su país por lo sucedido. El senador del centrista Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) tuiteó pidiendo disculpas a Uruguay por el “intento de Serra de negociar en términos de intercambio la posición uruguaya en el Mercosur”. “Esta posición no representa a Brasil”, escribió. Por otra parte, el portal Carta Maior, vinculado al Partido de los Trabajadores de Brasil, publicó una columna de opinión firmada por Jeferson Miola en la que califica lo sucedido de “escándalo que desmoraliza a Brasil en el mundo”. “El desmantelamiento acelerado de la política externa brasileña, además de destruir la imagen de Brasil en el mundo, compromete tremendamente los intereses estratégicos y geopolíticos del país”, escribió Miola.