En una actividad organizada en el Centro Artiguista por los Derechos Económicos, Sociales y Culturales para discutir la próxima firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Chile, los dirigentes del Movimiento de Participación Popular (MPP) Héctor Tajam y Sebastián Valdomir cuestionaron los alcances y motivaciones del acuerdo.

Tajam señaló que la decisión de la firma se enmarca en el énfasis que ha puesto el gobierno en la captación de inversión extranjera como “punto central”. El dirigente hizo notar que el TLC que se anuncia con Chile no supone mayores beneficios en términos de comercio de bienes, porque ya hay un acuerdo de complementación económica con ese país, y en cambio consideró que el gobierno busca “dar una señal”, suscribiendo este tratado, de que “estamos buscando mercados para la inversión” y “mayores aperturas”. “Chile es parte de la Alianza del Pacífico, y sin dudas detrás de estas innovaciones en la inserción internacional hay una puntería hacia la integración [de Uruguay] a la Alianza”, opinó Tajam. “Ahí sí es una complicación, porque la Alianza del Pacífico no sólo liberaliza el comercio sino que va sobre aspectos estratégicos de la definición de las políticas”, alertó. “Después de la Alianza del Pacífico viene el Acuerdo Transpacífico [TPP, por su sigla en inglés], y cada escalón que subamos es un límite más a la posibilidad de la política, de eso no hay duda”, agregó. Dijo que este tipo de inserción internacional tendrá impactos negativos en la matriz productiva del país y en su desarrollo.

Valdomir apuntó que la cancillería uruguaya “ya ha dicho” que pretende, como próximo paso, negociar un TLC con Colombia y con Perú. “Un escenario probable es que empecemos a ver a la Alianza del Pacífico como un escenario de inserción internacional más fuerte que el Mercosur”, advirtió el dirigente. Agregó que, de este modo, Uruguay “empieza a pensar en alternativas que profundizan un criterio de búsqueda de inversión extranjera directa a cualquier precio”. “Un cambio tan radical de la política exterior no puede hacerse sin discusión”, remarcó. Valdomir anunció que el MPP está preparando un documento crítico del acuerdo.

Tajam señaló que Chile está poniendo sobre la mesa de negociación aspectos que incluyó en el TPP. Apuntó que el tratado tiene el mismo enfoque de negociar por listas negativas que tenía el Acuerdo sobre Comercio de Servicios (TISA, por su sigla en inglés), lo que implica que todos los sectores que no se excluyen explícitamente de la negociación están incluidos.

Tanto Tajam como Valdomir alertaron que los TLC de este tipo afectan al sector financiero, al energético y al de las telecomunicaciones, y apuntan a impedir que se aumente la carga regulatoria. “Si colocamos una nueva regulación, hay que consultar con una empresa, y eso pone en igualdad de condiciones a un Estado soberano con un actor económico privado”, indicó Valdomir. Mencionó especialmente el sector de las telecomunicaciones, que tiene un subgrupo específico en la negociación porque es “un sector económico que Uruguay necesita proteger” y se trata de una “porción de mercado que puede ser apetitosa” para las empresas chilenas. Marcó también como un problema la negociación en materia de propiedad intelectual, en la que la línea de base es lo que Chile negoció en el TPP y con Australia, y dijo que estas disposiciones implican una extensión de la duración de las patentes de medicamentos y establecen una “privatización del conocimiento”. “Nos venden estos tratados como el liberalismo, que suena a libertad, cuando la libertad es lo que menos les interesa, y si te pueden sujetar, te van a sujetar”, concluyó Tajam.