Si bien el directorio de ANCAP consideró “altamente improbable que haya existido contaminación del agua”, el frigorífico Casa Blanca, ubicado en Paysandú, anunció que iniciará acciones legales contra la empresa estatal por el derrame de gasoil ocurrido el 2 de octubre del año pasado al sur del poblado homónimo. Según informó el presidente del directorio de la empresa, Eugenio Schneider, al diario sanducero El Telégrafo, se trató de una “fatídica y muy compacta mancha” que pasó por los remolinos y las corrientes del río y que terminó en primer lugar en Playa Park y luego al sur del poblado Casa Blanca, “donde nosotros tenemos nuestra planta potabilizadora de agua” para la faena.

Por este motivo, la empresa suspendió su producción por 48 horas, y Schneider elevó al directorio de ANCAP -por contactos personales- un informe de la problemática y de los gastos realizados para “paliar el hecho y continuar con la faena”, estimados en 102.000 dólares. “Me referí únicamente a las faenas que ya estaban compradas y que tuvieron que retornar, el agua potable perdida, la purga de todo el sistema y una serie de gastos colaterales” sostuvo, dejando implícito que había escatimado en gastos.

Sin embargo, ANCAP denegó la petición de un acuerdo amistoso, por lo que el empresario afirmó que iniciará acciones legales. Schneider sostuvo que cuenta con 1.500 testigos -entre empleados de la empresa y personal del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca- que vieron el derrame, además de un informe independiente de la Dirección Nacional de Medio Ambiente que dictaminó que el segundo lugar más afectado por el hecho fue el sur de Casa Blanca.